Y LEO MESSI SE HARTO Y SE FUE. 

*El cardenal Richelieu, creador de libelos, solía decir: “Dadme dos líneas escritas de su puño y letra por el hombre más honrado y yo encontraré en ellas motivo suficiente para hacerlo encarcelar”. Camelot.  

 

Y LEO MESSI SE HARTO Y SE FUE.

 

El mejor jugador que nunca tuvo el Barcelona ha comunicado a este martes al club de su vida que quiere marcharse ya. Lo ha hecho sin tener que hablar. Mediante sus abogados y vía burofax. Síntoma del hastío y de la decrepitud que ha engullido al club. Y de que la batalla legal será muy dura a partir de ahora. Al futbolista aún le queda un año más de contrato. Finaliza el 30 de junio de 2021. Pero Messi considera que la cláusula por la que podía abandonar la entidad aún sigue vigente. En el Barcelona mantienen que ésta expiró el pasado 10 de junio.  El gobierno de Bartomeu, en cualquier caso, no piensa dejarlo marchar de ese modo. Y continúa remitiéndose a su cláusula, que asciende a 700 millones de euros. Los servicios jurídicos azulgrana ya trabajaban en la respuesta. Messi, que no ha jugado en otro club que el Barcelona durante su carrera deportiva, considera que la situación es ya del todo inaguantable. Josep María Bartomeu, a quien el delantero culpa de buena parte de este tremebundo final, pasará a la historia como el presidente que empujó a Messi a la puerta de salida. Con 33 años y sin haber podido culminar su carrera deportiva en el equipo de su vida. Y con la sensación de haber desperdiciado buena parte de su plenitud.  (El Mundo de España) ¿Quién se hará de su contrato?

 

EN LAS FONDAS

 

Fiel a mi costumbre de desayunar en el orizabeño Hotel Orbe, por el cierre vehicular obligado por el ayuntamiento de las calles del centro histórico, han cerrado los domingos sus puertas, es el hotel que más se sintió perjudicado por la pandemia, porque es el único que no ha tenido acceso de los autos a su estacionamiento, aunque ahora poco a poco se hizo un filtro para que los huéspedes lleguen y se registren, pero cierran restaurante los domingos. El dueño, Pepe Aranda, amigo y compañero algunas veces de viaje a Madrid, chulona mía, ha aguantado como buen empresario para sostener a meseros, camareras, cajeras, cocineras, recepcionistas y bell boys y no quitarles el trabajo y sueldo, que es lo más importante en esta pandemia, conservar el trabajo. Pues sucede que a una cuadra de ese sitio de centro histórico, en Sur 2 número 151, me metí a un modesto restaurante fonda, ‘Sazón a la mexicana’, en una casa antigua con techos de teja, limpia, con sus sanitizadores a la entrada, modesta pero muy limpia y todos atendiendo con sus cubre bocas. Pedí unas dos picadas y unos huevos revueltos a la mexicana y un agua de tamarindo, todo riquísimo. Mi sorpresa mayor fue que, cuando me llegó la cuenta, el desayuno estaba a 40 pesos por persona, incluía tortillas o pan. Increíble. Por 40 pesos desayuné tan sabroso como si estuviera en el Ritz de París, el de Plaza Vendome (aunque confieso que nunca he ido a desayunar allí, solo lo he visto de pasadita), donde bautizaron su bar como Bar Hemingway, porque allí el laureado Nobel escritor vivía y agarraba por su cuenta las parrandas, un día sí y otro también. Hemingway llego a decir: ‘Cuando sueño en el paraíso, me siento transportado al Ritz de París’. Allí un desayuno debe costar, más o menos, unos 60 euros (1200 pesos), muy diferente a aquí en la fonda orizabeña, que solo cuesta 40 pesos mexicanos.

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