Por: José Muñoz Cota
(In Memoriam)
Andar la tierra es igual que poseerla. Andarla, caricia a caricia, sueño a sueño.
Andar la tierra y aprenderse de memoria las montañas, los ríos y el aire con sus alas.
Andar el silencio y fecundarlo para que mañana sea un árbol de palabras.
Andar las miradas y leerlas, y descubrir la timidez de sus mensajes. Andar la estrella desde cuya altura un día caímos.
Andar la nada, andar el vacío, andar la sombra, andar la muerte, andar el adiós.