Universitarios toman el centro

“Los Guacamaya son expertos digitales de uniforme verde olivo”

Germán Martínez Cáceres

Ante la ineficiencia de las autoridades universitarias encabezadas por el Rector Martín Aguilar Sánchez, quien no aceptó dialogar con estudiantes que llegaron hasta el edificio de rectoría a exigir atención a sus demandas, Xalapa volvió a revivir los tiempos cuando miembros de la comunidad universitaria tomaban las calles para exigir justicia, ya sea laboral de parte de los trabajadores o académica del estudiantado.

Esta marcha de ayer fue convocada para exigir seguridad al interior de los campus de la Universidad Veracruzana (UV) y sumó a miles de estudiantes de diferentes facultades que salieron a gritar tras el incidente en el que un alumno ingresó a la instalaciones de la Unidad de Humanidades con un cuchillo y amenazó a sus compañeros.

Con consignas como “estudiantes presentes, directivos ausentes” y “sin seguridad no hay educación”, los diferentes contingentes partieron de cada facultad y se unieron en la avenida Manuel Ávila Camacho para exigir seguridad.

Durante la marcha, a diferencia de lo ocurrido en otras, no hubo presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que intentaran encapsular a los estudiantes.

Los jóvenes, en su mayoría vestidos de negro y encapuchados, pidieron a los medios de comunicación mantenerse a 15 metros de distancia del contingente y no mostrar sus rostros para evitar ser identificados.

Esta marcha se organiza luego del paro al que se unieron alumnos de varias facultades para exigir sanción al alumno Daniel alias “El colombiano”, el cual tras ver su nombre en un tendedero de denuncia por acoso, decidió romperlo, y al ser confrontado por las autoridades educativas, usó un cuchillo para amedrentarlos.

Las autoridades se están viendo rebasadas por un incidente que se arregla en base al reglamento interno de la institución. “El Colombiano” es estudiante de una de las carreras de Humanidades cuya Junta Académica debe reunirse y decidir la sanción que se le debe aplicar a quien con un arma pone en riesgo la vida de sus compañeros y maestros dentro del campus universitario, o sea expulsarlo.

La historia registra un hecho sin precedentes provocado por la violencia de alumnos de la Facultad de Derecho. Siendo Rector Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, alumnos de la facultad de Derecho que se identificaban por sus actos porriles portando armas de fuego. La Junta Académica de esa honorable institución se reunió para analizar los hechos violentos que provocaban estos “estudiantes” y tomó la decisión de expulsar a ocho alumnos. Los catedráticos de esa Facultad solo analizaron los hechos y aplicaron el reglamento, en el caso de Humanidades, de la marcha de ayer, el rector Martín Aguilar no es capaz ni de escuchar a los estudiantes de la institución que “dirige” y ordenar a la autoridad de la Facultad donde está inscrito “El Colombiano” para que procedan de inmediato. Todo permite indicar que le da miedo.

Cuidado porque cuando los estudiantes universitarios se unen para luchar por una causa nadie los detiene, si no toman medidas al interior de la Universidad Autónoma, el conflicto puede crecer y politizarse.

Chico Ché y la crisis

Es sorprendente la forma como se comporta nuestro presidente de México en sus shows mañaneros cuando se refiere a nuestros vecinos del norte, u opina sobre algún asunto que tiene que ver con el presidente Biden. El señor que de todo y de todos se burla, o una crítica la revierte para que sus seguidores le aplaudan, el que se ha apropiado de la música y letra de su paisano el llamado Chico Che, para responder a sus críticos a su nivel, ahora pone en riesgo las remesas que nuestros paisanos envían y que para la economía mexicana representan mucho.

Hay que insistir en que los paisanos que decidieron irse a buscar trabajo en los Estados Unidos, son personas que aquí no lo encontraron, que dejan esposa e hijos, a veces padres y hasta hermanos, a quienes tienen que mandar dinero para que satisfagan sus necesidades más apremiantes. Pocos son lo que pasan el charco, como comúnmente se dice, con un empleo ya asegurado, el noventa por ciento van a la aventura, invirtiendo un dinerito que con mucho esfuerzo juntaron para entregarlo a un “pollero” que se comprometió a ponerlos del otro lado de la frontera, que llegan a los Estados Unidos buscando un refugio dónde permanecer para emplearse como meseros, lavatrastos, en la pizca de algún producto del campo.

Esos sacrificados paisanos se juegan la vida porque curiosamente los mismos mexicanos avecindados allá los desprecian, todo el tiempo andan con el temor a la migra que si los agarra, los deporta. Todo porque aquí en México al gobierno no le interesa crear empleos a fin de evitar que migren, el principal objetivo de la 4T en este momento es, como desde el principio ha sido electoral, permanecer en el poder, ninguna de las obligaciones de un gobierno atienden, eso no es impportante.

México es un país con un fenómeno migratorio de características muy particulares. Una de ellas es su frontera con Estados Unidos, que ha propiciado un constante flujo de mexicanos, lo que permite que existan redes migratorias familiares que se mantienen en contacto constante en ambos países.

Las remesas internacionales según datos del Banco de México han llegado a representar la segunda fuente de ingresos de divisas al país y según el Informe del Banco Mundial sobre la pobreza en México, han sido un factor determinante en la reducción de los índices de la pobreza extrema del país. Estos dos datos son fundamentales a la hora de analizar el impacto económico de las remesas en México.

En la celebración del Día Internacional de las Remesas Familiares, resaltamos su crecimiento en el país, en marzo de este año alcanzaron un nivel récord sumando  4,016.12 millones de dólares, un 35.8% más que en marzo de 2019, impulsadas tanto por un mayor número de envíos como por un monto promedio más alto de las operaciones.

En el 2021 el envío de dinero a México por parte de los connacionales que radican en el exterior llegó a 51 mil 594 millones de dólares, marcando así un nuevo récord histórico. De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), esto representó además un incremento de 27 por ciento respecto a los 40 mil 604 millones de dólares registrados en el 2020. Tan solo en diciembre del 2021 el incremento en las remesas fue de 30.4 por ciento, pues pasaron de 3 mil 650 millones a poco más de 4 mil 760 millones de dólares en un año.

Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, resaltó este dato del 2021, y estima que para este año 2022 continuará el buen ritmo de captación de remesas, siempre y cuando el gobierno norteamericano no cumpla con su advertencia de gravar los envíos con un porcentaje, detener ese flujo de dinero a nuestro país con el cuento de que van a investigar un posible lavado de dinero, que los van a someter al pago de impuestos para disminuir sus percepciones o algunas otras medidas como respuesta a las burlas constantes que López Obrador hace de los Estados Unidos o del presidente Joe Biden.

El orate tabasqueño no calcula las consecuencias de lo que dice con la investidura presidencial, de ahí que al país lo tenga al borde del colapso.

Reflexión

Ahora nos recomiendan no de perder el tiempo en cuestiones que no van a trascender, como es el libro “El rey del cash” de la periodista Elena Chávez, que el gobierno de AMLO echó a andar para tender una cortina de humo mientras deciden incautar todas las cuentas bancarias que no registren movimiento….¿Será?