*  Gracias a los lectores / Gustavo Cadena Mathey  

Al estilo Mathey     

 *  Gracias a los lectores

    Gustavo Cadena Mathey  

Buen día apreciado lector:

Era 1978, una fresca noche otoñal de septiembre, a eso de las diez de la noche la Redacción del Diario de Xalapa -en Ávila Camacho 3, bajo el nivel de la avenida- vivía plenamente el ruidoso tecleo de las máquinas de escribir, que, desde su lugar de trabajo, aportaban los personajes del histórico grupo.

Froylán Flores Cancela, el ya afamado subdirector tecleaba pausadamente a dos dedos, al igual que Herminio Ortiz el Jefe de Redacción y el columnista Benjamín Domínguez Olmos.

Pero más apurados –sus máquinas sonaban con intensidad de ametralladoras- Arturo Reyes Isidoro, de información general, Don Joaquín Romero Hernández y José Valencia Sánchez, de la nota policiaca, así como Paco Urbina, de la fuente agropecuaria. Homero Guerrero de Deportes, ya se había retirado.

Como era normal. pese a estar concentrados en sus notas, nadie debía descuidar el inicio del noticiero de Jacobo Zabludowsky en el Canal Dos, para no perder la información del día en el país.

Esa noche don Jacobo abrió con la información de que se dieron a conocer los nombres de los galardonados con el Premio Nacional de Periodismo que otorgaba el gobierno de México, entre ellos: Efraín Huerta, de El Día; Froylán Flores Cancela, del Diario de Jalapa; Elena Poniatowska, de Novedades; Guillermo Jordán, Canal 13, Jorge Carreño, de Revista Siempre!, y Renato Leduc.

La sorpresa y la alegría agrandó los ojos de los testigos que al unísono nos pusimos de pie y aplaudimos grandemente emocionados a nuestro impactado subdirector.

De inmediato los dos teléfonos de la Redacción comenzaron a sonar ininterrumpidamente para felicitar a don Froy y con ellos las voces de los políticos de aquel tiempo, por supuesto, su amigo el gobernador Rafael Hernández Ochoa que luego le organizaría una comida en Casa de Artesanías.

Fue una inolvidable experiencia para este reportero que dos años atrás se había incorporado allí, a la aventura del periodismo xalapeño.

Veinte años antes, en San Andrés Tuxtla el abogado Yayo Gutiérrez encargaba al Diario de los Tuxtlas, de un señor Adalberto Toto Linares –padre de la abogada Miyeya Toto- la impresión diaria de un proyecto de periódico para Acayucan, “El Mensaje”, que se mandaba por ADO y con mi hermano Pedro compaginábamos en la misma terminal y salíamos a venderlo.

Al poco tiempo don Yayo puso su periódico en mi casa de Hidalgo 11 oriente donde conocí el rítmico ruido de la imprenta y el inconfundible y añorado olor a tinta y a linotipo

Ahí conocí a José Valencia Sánchez hoy premio nacional de periodismo1996 y al hoy también próximo galardonado Arturo Reyes Isidoro, que comenzaban su propia historia.

Quiso Dios que el destino nos volviera a reunir en Xalapa. Gracias a Pepe Valencia y otros amigos llegué de corrector a Diario de Xalapa en 1976 y ahí proseguí mi camino de vida.

Hace cuatro meses la prestigiada periodista Irene Arceo Muñiz, integrante del Club Primera Plana, con más de 62 años de fundado, me hizo favor de comentarme que me había propuesto este año para un reconocimiento similar y le hiciera otras dos propuestas.

El evento se fue alargando debido a la pandemia y este pasado miércoles 12 recibí una llamada de una persona para notificarme que la XXX Entrega de Reconocimientos por Trayectoria Periodística del Club Primera Plana, en la que estoy incluido será el jueves 27 de octubre a las 12:00 horas en el Teatro Auditorio del Congreso del Trabajo.

Para que se reconozca el trabajo y trayectoria de los periodistas veracruzanos el Club Primera Plana integrado con periodistas profesionales, con título universitario y amplia experiencia en medios cuenta como socia precisamente con Irene Arceo Muñiz, quien tiene la potestad de proponer y se acepten sus propuestas de candidatos a los premios nacionales.

Y sin buscar comparaciones odiosas con el maestro Froy, que nunca llegué a su nivel, ayer precisamente rendí protesta como vicepresidente de la Asociación de Comunicadores que lleva su nombre, mis respetos para él y todos mis compañeros y lectores.  Tenga paz y armonía en su hogar, cuide el agua y las plantas.