LA NOCHE DE LA VIGILIA 

*Hoy tienes que aprender a vencer. Mañana vencerás. Camelot. 

 

LA NOCHE DE LA VIGILIA 

 

Uno se pudo ir a dormir la noche de la elección del día 6 de junio, que no se olvida, viendo que tal o cual candidato o candidata no ganaban. Pero había que hacer caso a lo que Lorenzo Córdova, jefazo del INE, proclamaba, no adelantemos vísperas, como decían las abuelitas. Había noche larga, porque muchas casillas habían cerrado pero el conteo tenia a todos los representantes contando votos, como se cuentan las cosas importantes, uno por uno, one by one, diría un gringo. Por la mañana, las cosas se despejaron. Uno prendió su celular y los resultados ahí estaban. En Veracruz, donde se dio una pelea apretada y donde el supremo gobierno hizo hasta lo imposible -como lo hizo con Orizaba (en Orizaba desde el principio, según encuestas de Presidencia nacional, a JM Diez nadie lo vencía, ganaría por dos a uno, con quien le pusieran enfrente, como así ocurrió), por zancadillear a la candidata de la Alianza, Paty Lobeira de Yunes, el resultado fue que ganaba la alcaldía de Veracruz, la más importante en el estado. Refrendaban ese corredor que un día se vistió de azul y no lo han prestado a nadie, allí solo sus chicharrones truenan, por parafrasear a AMLO en uno de sus dichos de las mañaneras. Veracruz era el bastión del panismo y hasta Marko Cortés, presidente nacional, lo celebraba a tambor batiente, felicitando también a Juan Manuel Unanue, el candidato de Boca del Río. En Xalapa estaba muy cantada la victoria de Ricardo Ahued Bardahuil, el candidato que ha dejado todo por ir a servirle al patrón (AMLO), que lo ha mandado llamar desde anteayer, a cubrir las canchas cuando se ven difíciles. Si Ahued no iba, allí pierden, dicen los conocedores. En Córdoba, Guillermo Rivas Díaz, que hizo un gran esfuerzo y era el empresario que buscaban los aliancistas y buena parte de cordobeses, para ir a rescatar a esa ciudad que se ha quedado rezagada, pues perdió ante el candidato de Morena, Juan Martínez Flores. Veracruz fue el gran perdedor y Morena y su Alianza los grandes ganadores. 110 municipios hasta ahora, 27 diputados locales de 30 y 17 diputados federales de 20 (aunque aún pelean en la mesa la de Igor Roji en Orizaba, pues hay poca diferencia en votos y 5 mil y pico de boletas anuladas). Solo ganaron en Coatepec, Pepe Yunes Zorrilla, un campeón de elecciones, Mary Jose Gamboa en Veracruz, otra invencible, y en Tantoyuca un heredero de la dinastía de los chapìtos. Y párenle de contar. La gente se asombra y preguntan el por qué con este mal gobierno veracruzano llegaron esos resultados. Es el sello de Morena y AMLO, responden algunos.  

 

LOS DEMAS GANADORES 

 

Las alcaldías de Fortín, Mendoza, Amatlán y Nogales, los arrastró el tsunami López Obrador y los llevó al triunfo. Es difícil competir contra Morena. Mi pueblo, Tierra Blanca, que había sido panista, Morena levantó la victoria con Álvaro Gómez Flores, al igual que Cosamaloapan, tierras cuenqueñas. Ixtaczoquitlan  lo gana Morena con Augusto Nahúm Álvaro Pellico, el PRI gana Cuitláhuac, Yanga, Mariano Escobedo e Ixhuatlancillo y en el PAN una mujer será alcaldesa de La Perla, zona indígena y campesina. El Congreso veracruzano se llena de mayoría de Morena. De 30 diputados, 27 son de Morena, los otros tres, dos del PRI y uno de PT. Increíble. De los grandes perdedores de la política, aquellos jóvenes que se encumbraron en tiempos fidelistas y habían recorrido caminos desde elecciones a cargos de secretarías, Adolfo Mota Hernández y Américo Zúñiga y por ahí Alberto Silva Ramos, el popular Cisne, pues han perdido y Silva lanzó un tuiter desde Tuxpan, donde peleaba la alcaldía, de que si no le devuelven el triunfo, su patrón Manuel Velasco Coello y el Partido Verde “no apoyará a ninguna alianza en el Congreso federal y estatal sino se respeta el resultado electoral de Tuxpan”, así mero escribió. Silva ha sido protegido del exgobernador de Chiapas, se recuerda cuando Miguel Ángel Yunes Linares lo correteaba y perseguía como gobernador de Veracruz, para detenerlo y encarcelarlo, Manuel Velasco lo protegió en Chiapas y allí lo tuvo a resguardo para que ninguna poli fuera y lo detuviera, por haber sido funcionario del duartismo como jefe de comunicación social, luego subsecretario de Desarrollo Social, alcalde de Tuxpan y al final pidió licencia para venirse de director de Comunicación Social y cerrar esa Administración. 

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