Veracruz turístico en jauja (¿? ¡!) / Alfredo Bielma Villanueva

Tres millones 500 mil visitantes tuvo la entidad veracruzana durante las dos semanas de periodo vacacional, ese mundo de personas dejaron una derrama de cuatro mil 200 millones de pesos, según el lirico entusiasmo del Secretario del ramo estatal. Alguien al interior de la administración pública estatal debiera pedirle a este servidor público mesura en sus declaraciones porque lo arriba anotado no puede calificarse sino de un descomunal desatino que no convence al ciudadano promedio y mucho menos a quienes forman parte del sector de servicios turísticos: hoteleros, restauranteros, guía de turistas, taxistas etc. Ya antes, en marzo pasado, el Secretario de Turismo estatal se permitió declarar que Veracruz se ha convertido en el quinto destino turístico con mayor número de visitantes a nivel nacional “y el sexto en captación económica en este rubro”, sin embargo, el sector hotelero en Xalapa declaró hace algunas semanas que esperaba una ocupación del 50 por ciento en estas vacaciones, es decir un porcentaje de subsistencia, apenas para recobrar energías para seguir adelante. Aunque obviamente nadie en el sector turístico estatal, ni en el contexto social veracruzano da crédito a las cifras de hiperbólico entusiasmo arriba citadas, es de exigir al responsable de esta actividad de importancia toral en la actividad económica atienda con más esmero la importancia función a su cargo y oriente su notable entusiasmo a realmente promover y fomentar el turismo en el mercado más cercano a nosotros: los estados de Puebla, Tlaxcala, estado de México y la CDMX, lugares de donde proviene la mayor parte de visitantes a nuestra entidad. Por otro lado, no obstante la descabellada expresión de entusiasmo del Secretario en comento, bueno sería nos explicara cómo fue posible albergar a los tres millones 500 mil visitantes con la infraestructura hotelera y restaurantera con que cuenta nuestra entidad, porque en lo referente a los 4 mil 200 millones de la supuesta derrama debemos dar por sentado solo ha sido producto de su imaginación pues ninguna cifra de esta naturaleza es posible calcular apenas concluyendo un periodo de asueto. Y queda aún la inquietante pregunta ¿a quién trata de impresionar en el gobierno? Porque damos por descontado que en el contexto social veracruzano, acostumbrados ya a esta clase de elaboraciones oníricas, poco crédito se les conceden.