*No hables a menos que puedas mejorar el silencio. (Jorge Luis Borges) Camelot.
SE VA MAYO Y LLEGA EL SILENCIO
Se va el mayo de los Hermanos Carreón, aquel de para abril o para mayo. Llega Junio, Wikipedia: ‘Junio recibió el nombre que lleva según algunos en honor de Lucio Junio Bruto fundador de la República romana, otros creen que era llamado así por estar dedicado a la juventud y además hay quien opina que su nombre fue tomado de la diosa Juno’. Llega el miércoles el silencio para las y los candidatos a cargos de elección popular. Vendrá una calma chicha y el domingo la madre de todas las batallas, para que nuestras ciudades sigan prosperando y progresando y para que en el Congreso haya más equilibrio y que deje de ser Congreso de un solo hombre, de los que anuncian que las iniciativas van y que no le quiten ni una coma, dijo un opositor. Son los sonidos del silencio, como aquella vieja canción de Simón y Garfunkel, que dice un poco, cito: “En la desnuda luz miré / Vi mil personas tal vez mas / Gente que hablaba sin poder hablar / Gente que oía sin poder oír / Y un sonido que los envolvía sin piedad / Lo puedo oír / Sonidos del silencio”.
En Borges: Una estética del silencio, Gabriela Massuh afirma que, ante la insuficiencia del lenguaje para reproducir una experiencia determinada, se abre el ámbito del silencio que trasciende la palabra en el éxtasis. La búsqueda de la palabra absoluta culmina en el silencio, en un espacio mudo abierto al final de los relatos que, lejos de ser una estructura vacía, es un triunfo sobre la incapacidad verbal para expresar la multiplicidad de sentidos posibles. El silencio no aniquila la palabra: engendra la posibilidad de la polisemia (Fenómeno del lenguaje que consiste en que una misma palabra tiene varios significados. “en las palabras ‘ojo’ y ‘banco’ hay polisemia, porque pueden significar varias cosas).
SILENCIO, QUE ESTAN DURMIENDO
El INE obliga a guardar silencio, los y las candidatas guardan sus herramientas y entierran sus hachas y se fijan el domingo como su Día D. No hay de otra, la beben o la derraman. Quedan aún en libertad las dichosas redes sociales, para darle vuelo a la hilacha. Porque el poder de la palabra contra el silencio es muy grande, lo escribió Gabriel García Márquez: “A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: ‘¡Cuidado! ¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?’. Ese día lo supe”.
La palabra es la herramienta más poderosa que posee el ser humano, pero, como decía Sócrates: “Antes de hablar, es necesario pasarla por los tres filtros: la verdad, la bondad y la necesidad”. De ahí la importancia de tener sabiduría para hablar, porque con una respuesta amable puede calmar el enojo; en cambio respondiendo violentamente, este se acrecienta. También a veces es mejor guardar silencio. Uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras, decía el clásico.
LAS MARCHAS
Pasaron las marchas dominicales y como mucha gente salió a las calles a dar su apoyo a su favorito, la economía, al menos ese día en las zonas donde proliferaban las multitudes, se compuso un poco, taqueros, torteros, refresqueros, los de las nieves, los vendedores ambulantes vendieron un poco más, revitalizando la economía. Yo Mero, en familia, aproveché el domingo donde hubo un calor duro y la humedad hacia sudar hasta aquellito, y me apoltroné cerca de la Alameda orizabeña en La Palapa de la calle Colón, que se convirtió en una calle peatonal y han proliferado algunos negocios, de cafeterías y pizzerías y este restaurante de mariscos, atendido por su propietario, Elías, donde se disfruta una buena cocina del mar y unas chelas frías para el calorcito sabrosón. Allí en esos sitios, como en otros, se llenaron los lugares y la economía vendió mejor, ayudando a que los negocios pequeños vayan hacia arriba.
