Insensato regreso a las aulas

Maestros, asociaciones y los propios padres de familia han insistido que aún no existen condiciones de seguridad para los alumnos regresen a clases presenciales…

“De manera voluntaria, gradual y consensuada”, desde este lunes 24, como lo plantean las autoridades educativas federales y del estado, y ante esa circunstancia, podría resultar un fracaso esa decisión, que se juzga imprudente.

La principal razón esgrimida es que los niños, como tales, fácilmente pueden contagiar o ser contagiados y, aunque se observen los protocolos de uso de termómetros, cubrebocas, gel antibacterial y lavado de manos, no es suficiente para evitar el contacto que habría en salones y áreas comunes. El virus sigue causando muertes, y ningún padre o madre de familia, en su sano juicio, se atreverá a arriesgar a sus pequeños, con mayor razón si tienen que firman cartas responsivas “donde se comprometen a vigilar las medidas sanitarias, además de que en los recreos o recesos serán muy cuidadosos… y no habrá ceremonias escolares”, lo que en otras palabras es aceptar asumir los riesgos que implica el regreso a las aulas de los menores. Una voz sensata, del dirigente magisterial Ricardo Diz Herlindo, es de que ese retorno a clases presenciales debería ser “hasta el inicio del nuevo ciclo escolar, en agosto próximo”, aunque en esa fecha tendrían que evaluarse si conviene o no hacerlo, de acuerdo con el comportamiento de contagios y muertes que existan a ese momento, lo que no se sabe a ciencia cierta por los subregistros de cifras que la Secretaría de Salud oculta, según lo acaba de revelar la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Están obligando los supervisores escolares a los maestros para que acepten el regreso a las aulas? Eso afirma Diz Herlindo, lo cual es un grave señalamiento. Son muchos los riesgos que se correrían, aparentemente motivado por una cuestión electoral de que ya el problema quedó atrás por el avance en el Plan Nacional de Vacunación, pero éste solamente ha alcanzado a un reducido sector de la población, a los de más de 60 años, y los que están en vías de atención, de 50 a 59 años de edad. Faltan muchísimos, millones de personas que hay que vacunar, y hacerlo con la mayor parte de la población se ha dicho que se extenderá hasta octubre o fines de año, e incluso, hasta principios del año entrante. Prudencia, no puede ni debe jugarse con una situación tan delicada y de alto riesgo como es el Covid-19, y menos tratándose de menores de edad. Cuidado.

Últimamente se ha visto muy activo a Javier Herrera Borunda en el estado de Veracruz, el hijo que sigue los pasos del exgobernador Fidel Herrera Beltran, quien convalece en la ciudad de México por problemas de salud. Javier es delegado nacional del Partido Verde y candidato a diputado por la vía plurinominal de ese partido, con posición asegurada. Vino este fin de semana a apoyar a los candidatos y candidatas del PVEM en la región centro de Veracruz, y la semana antepasada hizo lo mismo con los abanderados verdes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Medellín, Jamapa, Manlio Fabio Altamirano, Soledad de Doblado y Paso del Macho, es decir, hace camino, va amarrando acuerdos, y aunque se antoja difícil que en 2024 se encuentre listo para competir por la gubernatura, sí podría ir construyendo para el 2030.

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