Al estilo Mathey
- Asumir liderazgo
Gustavo Cadena Mathey
Buen día apreciado lector:
Digo, no se trata de molestar y de estar fregando a la autoridad abrumadoramente electa en paquete aquella vez y cuya popularidad, quién lo dijera, ahora flaquea mientras paulatinamente se acerca el tiempo de la elección por la revocación del mandato.
Se trata de que nuestro mandatario, académico, licenciado en mecánica eléctrica con posgrado en el extranjero como doctor en ingeniería, se despabile y asuma y demuestre el liderazgo que le da el pueblo.
Se sabe que es un hombre de agallas que sabe tomar decisiones y este es el momento de demostrarlo.
Si bien Veracruz ha tenido gobernadores muy tranzas que obligaron al pueblo a decir “¡ya basta!”, la historia señala que en el concierto nacional hasta no hace mucho los políticos veracruzanos siempre destacaron positivamente y con amplio liderazgo para encabezar acciones y tener la atención de la sociedad, entre ellos los expresidentes de la república, el tuxpeño Jesús Reyes Heroles y varios políticos cuyo nombre ahora no viene al caso.
Pero entre esos muchos hubo uno, de pocas palabras y muchas decisiones, intolerante con la ineficacia e impaciente con la burocracia; que rechazaba alegorías discursivas huecas y resumía categóricamente en respuestas definitivas de sí o no: Agustín Acosta Lagunes, escribió de él en 2019 don Miguel Alemán Velasco.
“La palabra gobernador se pronunciaba en mi casa con genuflexiones en la voz. Gobernar era convertirse en mago, constructor, en hacedor. La palabra gobernador y la palabra Dios se me confundían en mi mente infantil. Dios era el creador de todas las cosas, pero los gobernadores eran los que hacían la paz, las carreteras, los puentes, las escuelas, las presas y estadios.
“En todo caso, el gobernador era alguien con poderes sublimes que podía utilizar para hacer producir la tierra, para establecer la concordia, para ayudar a los niños, a los ancianos y a todos los veracruzanos”, escribió en diciembre de 1986 el propio Acosta a este reportero.
Por lo mismo creemos, estamos seguros que el tiempo de crisis que hoy afrontamos será el factor determinante para que don Cuitláhuac se convierta en el guía que los veracruzanos requerimos para superar la contingencia.
Es demasiada gente la que lo necesita y sólo él cuenta con “el poder sublime” para asumir el liderazgo. Ya tiene los recursos y los medios de difusión para comunicarnos qué hacer. El tiempo se agota.
Cuídese lector, tenga paz en su hogar y cuide el agua y las plantas.
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