EL INSTITUTO KINSABE

*¿Y qué dirán de la Ley Cisneros #LadyTapo y #LordPlastico?. Es pregunta.  Camelot.

 

EL INSTITUTO KINSABE

 

El Instituto Nacional de Quién Sabe Cuando los Atenderemos, también conocido como INSABE (Instituto de Salud Para el Bienestar), comenzó con la pata izquierda, como aquel corrido del Caballo Blanco. Nadie sabe bien cómo y dónde serán las consultas. Nadie sabe muchas cosas. En algunos lados las cobran y en otros las duplicaron, aunque el presidente AMLO grite a los cuatro vientos en la mañanera que son gratis. O tiene otros datos o nadie le hace caso. 6 gobernadores del país no se acogieron a ese sistema de Salud (5 del PAN y uno de MC de Dante Delgado). Logran decir: “Estábamos mejor cuando estábamos peor”, y se quedaron con el Seguro Popular. En Orizaba, leo en un diario local, llegaron despidiendo a 34 trabajadores del Hospital Regional de Río Blanco, quienes estaban por contrato en el Seguro Popular y los dormidos dirigentes sindicales dicen que van a demandar laboralmente, cuando debían hacer un paro como antes los hacían, además, siguen cobrando las atenciones y consultas y el internamiento. Sin medicamentos en la mayoría de hospitales, con muchos memes al secretario de Salud, Roberto Ramos Albor, que anda como una alborada, pelando los ojos y explicando lo inexplicable en el asunto de falta de medicamentos. Ahora culpa a los proveedores, cuando los proveedores lo que quieren es vender. En México se necesitó de una campaña de cuatro días con Ciro Gómez Leyva, para que el gobierno federal diera marcha atrás con los indebidos cobros y los aumentos, gracias a ese noticiero nocturno dieron la orden de devolverles el dinero a esos usuarios pobres. Son 64 millones de mexicanos sin Seguridad Social, el Decreto del 1 de enero de 2020 habla de la gratuidad para todos quienes estén en territorio mexicano, vamos, hasta a los extranjeros. Pero aquí nos tocó vivir, diría Cristina Pacheco y, a aguantarse no hay de otra. Querían un cambio.

 

MEDIA SEMANA EN LA CEAPP

 

Solemos una vez por mes, obligatoriamente, reunirnos la presidente y el secretario ejecutivo y los comisionados de la CEAPP (Comisión Estatal para la Atención y Protección para los Periodistas), para la primera sesión de un año donde terminarán nuestras labores de comisionados. Era media semana de un jueves que andaba cambiante de tiempo, por la mañana con frio y a medio día el sol en plenitud. Son los días del Cambio Climático donde ahora hay grandes y fuertes vientos y las olas del mar, en Veracruz-Boca del Río, logran sacar piedras que pesan más de 20 kilos y las arrojan al cemento, donde transitan los vehículos. Con la Naturaleza, poco, o nada. Mientras chambeábamos en apoyo a algunos compañeros periodistas que requerían ayuda económica para su hospitalización, y que se les otorgó, ese mediodía las noticas corrían. Era la mañana nebulosa que brotaba la Ley Cisneros y el secretario de Gobierno, sonreía, aunque el gobernador se acalambrara y Nahle, Lady Tapo, y Ahued, dos que ven esa silla desde lejos, solo miraban el futuro como Walter Mercado. La mañana que la reina Chabelita (Isabel II. Elizabeth Alexandra Mary; Londres, 21 de abril de 1926), hija de una leyenda, nieta del rey Jorge V y la reina María, esa mujer que ha visto pasar tantos presidentes de Estados Unidos, que hasta la cuenta perdió (12 presidentes de Truman a Trump), y que a su heredero, ahora ya ruco, su hijo Carlos de Gales, a sus 72 años la mami no le deja el hueso, pues no quiere abdicar. A la reina británica, el nieto la hizo pasar un coraje real. Sucede que el chamaco junior revoltoso, Enrique y su Meghan, actriz de televisión de Estados Unidos, decidieron cortarse el cordón umbilical con el Palacio de Buckingham, y chambear por su cuenta, para que al rato no les vaya a pasar lo que al yerno del Rey Juan Carlos, el de apellido y nombre impronunciable, Iñaki Undargarin, que cayó al tambo por andar recomendando transacciones financieras y eso en España está prohibido, porque son familia Real. Eso quieren los nietos reales londinenses, caminar por su cuenta.

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