Para el registro histórico

“Hubo una vez un fiscal, en tiempos de transición de un régimen a otro, que estrenando autonomía enfrentó la ola transformadora y fue arrollado por implementos de discutible legalidad, pero de eficacia operativa porque se alcanzó el propósito deseado …”, tal pudiera ser la crónica del caso gobierno vs Winckler a quien le echaron montón para terminar de una vez por todas con un nocivo enfrentamiento del cual la delincuencia ha salido favorecida. No obstante, al margen de pragmatismos políticos, ni duda cabe que el Estado de Derecho ha sufrido grave mengua, y es preocupante porque la impotencia invita a recurrir a procedimientos de fuerza y podría generar la terrible tentación de resolver las discrepancias por la vía de la fuerza sobre los principios del Derecho. ¡Aguas!