Corresponde a los partidos políticos asumir su responsabilidad de no dar cobijo entre sus filas, mucho menos en las listas de candidatos a cargos de elección popular, a personajes cuya tipología es nada recomendable, porque ética y política son, debiera ser, parte sustantiva de su deber ser en su carácter de organizaciones de orden público. Es el caso, entre otros, de Félix Salgado Macedonio a quien MORENA tiene señalado como su candidato al gobierno de Guerrero, sin importar el rechazo manifestado contra este personaje por su propia Comisión de Honor y Justicia. Presunción de inocencia, claman unos en defensa del nada ínclito senador, justicia reclaman las víctimas que con dedo infamante lo señalan como violador. Por lo visto tres dedos están en juego: el de quien da el visto bueno para esa candidatura, el de las víctimas y el de la justicia. Cosas veredes Mío Cid.
