De magistrados jubilados y reinstalados

? Glosario del momento | René del Valle Bosas
? Miércoles 23 de agosto de 2017
? Mucho se ha hablado de que la división de poderes ha existido sólo en papel y que cada gobernador en su turno ha operado para influir políticamente en el Legislativo y en el Judicial.
La que más escándalos ha protagonizado en ese sentido es la Cámara de Diputados, pues hemos visto cómo la bancada mayoritaria ha aprobado prácticamente todas las iniciativas enviadas por los gobernadores.
De ahí precisamente les viene la fama de levantadedos que tienen los diputados, característica que criticaron los actuales legisladores a sus antecesores inmediatos y ofrecieron no actuar de la misma forma.
El Poder Judicial ha sido menos escandaloso, pero no por eso ha escapado a la influencia del Ejecutivo. La historia ha registrado cómo llegaron a la presidencia de ese poder, políticos sin experiencia y que por supuesto no pertenecían al Tribunal, porque así lo decidió el gobernador en turno. Varios de ellos se quedaron como magistrados al terminar su presidencia.
De la misma forma se incorporaron a las salas personajes que fueron enviados de manera directa por el titular del Poder Ejecutivo. Los que tenían que irse simplemente se iban, como era el caso de quienes ocupaban la presidencia del PJ mientras duraba el sexenio del gobernador.
Hace relativamente poco que los magistrados han empezado a tratar de actuar como un poder autónomo, aunque no siempre lo logran. Ya hemos visto cómo algunos se han jubilado y otros se han opuesto a la jubilación.
De Ignacio González Rebolledo ya se sabía que dejaría el Tribunal Superior de Justicia porque el propio magistrado lo anunció, pero no es el único, pues hace unos dos años se jubiló Gregorio Valerio Gómez y dicen que lo hizo presionado por las circunstancias.
Gregorio, originario de Piedras Negras, municipio de Tlalixcoyan, tampoco cumplió el periodo para que el que fue designado, ya que cuando dejó el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado inició los trámites para su jubilación.
Quien se resistió a dejar la magistratura fue Daniel Ruiz, a quien también quisieron jubilar, pero no pudieron, pues decidió pelear por la vía legal y hoy ocupa la presidencia de la Octava Sala en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia.
Otro que también está jubilado es José Lorenzo Álvarez Montero e igualmente dejó la magistratura sin cumplir el periodo para el que fue designado.
Y como se sabe, Ruiz Morales no es el único que le ha ganado un juicio al Poder Judicial, pues Onésimo Fernández Campos acaba de ganar un amparo para ser reinstalado de inmediato como magistrado adscrito a la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Además, Fernández ha logrado que también le cubran sus honorarios que dejó de percibir desde julio de 2015, cuando fue separado del cargo, se comentó que por órdenes del entonces gobernador Javier Duarte.
Como se recordará, Onésimo Fernández interpuso juicio de amparo, el cual le concedió el juzgado segundo de Distrito en Xalapa allá por enero para que fuera reinstalado. Como hubo un juicio de revisión la reinstalación no se dio en ese momento, pero esta semana hubo un resolución definitiva y el Poder Judicial, además de reinstalarlo tendrá que pagarle salarios caídos con las demás remuneraciones respectivas.
Estos no son los únicos casos de magistrados jubilados y reinstalados, pero sí muestran cómo el gobernador ha tenido injerencia histórica en el Tribunal Superior de Justicia.
ADELANTAN COBRO DE PREDIAL EN ALVARADO
Hasta el puerto de Veracruz llegó el alcalde electo de Alvarado, Bogar Ruiz Rosas, para hacer público que Octavio Ruiz Barroso, presidente municipal en funciones, ha iniciado una campaña para cobrar el Impuesto Predial correspondiente a 2018 y tratar de allegarse recursos antes de cerrar su administración.
Al actual mandatario municipal le quedan poco más de cuatro meses en el cargo y debería estar ocupado en hacer un buen proceso de entrega-recepción y en ir concluyendo obras.
Pero por lo que se ve a Octavio Ruiz le pasó lo que a otros munícipes, que le fallaron los cálculos y se quedó sin recursos para cumplir con los asuntos del final de su mandato.
El caso es que el electo considera que Ruiz Barroso pretende captar recursos para estos últimos meses con el predial del próximo año y eso lo hace sospechar de un intento de aplicar el Año de Hidalgo.
Textualmente dijo: “Eso lo veo muy mal porque ya tuvo todo el año y ahorita ya no es tiempo, el ejercicio se practica a inicios de año; digo, siempre es bueno recibir recursos pero no da mucha confianza de que esté haciendo promociones faltando cinco meses para concluir el periodo de su administración, no nos da mucha confianza porque pensamos que esas promociones van dirigidas para posiblemente llevarse lo poco que queda, el Año de Hidalgo que le dicen”.
El caso es que Octavio promueve el pago del predial 2018 con promociones para motivar a los alvaradeños a que acudan a pagar de manera adelantada ese impuesto.
Obviamente la inconformidad de Bogar se da también porque esa acción le restará recursos en el primer año de su administración. La cantidad no es nada despreciable, pues el Ayuntamiento de Alvarado capta unos18 millones de pesos anuales por ese concepto.
Además de recomendarle a quien todavía gobierna que cese su campaña de cobro, también le pidió a los alvaradeños “que no caigan en la trampa, recuerden que ya quedan cinco meses del año de Hidalgo, legalmente no debe de ser permitido, pero moralmente menos, así que no caigan en la trampa, ese dinero que aportarán no será bien administrado”.
¿Cuántos alcaldes más no andan en las mismas?