Mario Lozano Carbonell
LE TIRAN LA BOLITA
El gobernador Yunes le tiró la bolita al gobernador electo Cuitláhuac. Dijo no a mandar la propuesta de magistradas y magistrados para cubrir las doce vacantes y dijo que se lo deja al que viene.
Pero añadió que espera que no tome decisiones sectarias y lo haga por el bien de Veracruz.
Son ya siete meses sin magistrados, lo que ha causado un gran rezago en la impartición de justicia, por ello, el magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña, urgía la presentación de la propuesta ante los diputados para su aprobación.
La justicia no puede seguir siendo un asunto de intereses políticos, es increíble cómo se ha pospuesto este tema de gran urgencia, porque dicen, quienes fueran designados serían tapaderas de los actuales funcionarios.
A mí me parece una falta de respeto para quienes con merecimientos y con toda la legitimidad por carrera y experiencia, aspiran al cargo de magistradas y magistrados.
Hay mujeres y hombres valiosos, con gran trayectoria y honorabilidad, que ahora resulta no pueden aspirar por intereses de grilla.
Nunca supimos de manera oficial quienes conformaban esa propuesta y sin embargo se les tundió por el solo hecho de provenir del mandatario saliente.
No puede ser. No podemos seguir así. El Poder Judicial y quienes lo integran merecen respeto.
Por lo pronto Cuitláhuac ahora tiene una delicada responsabilidad. Deberá ser escrupuloso en la selección de los próximos magistrados, en sus trayectorias, seriedad y experiencia. No podrá, así como sus correligionarios lo piden, nombrar a cuates, premiar a quienes trabajaron en campaña o a quienes se les ocurra solo por estar cerca de morena.
Necesitamos en el Poder Judicial a las mejores mujeres y a los mejores hombres. A quienes garanticen impartición de justicia pronta y expedita, estrictamente apegada a la ley.
No a compadres a modo.
Y ya que estamos en esto, habrá que recordar que en diciembre del 2017, se reformó la Constitución para que los togados que cumplieran 70 años se jubilaran. El único que se negó a acatar la ley fue Jorge Espinosa Castillo, quien llegó en tiempos de Fidel Herrera, y que promovió un amparo federal para que no lo jubilaran; logró la suspensión, sin embargo ha trascendido que el Poder Judicial de la Federación le ha revocado el amparo. Por lo pronto su situación deberá definirla la justicia federal para resolver si se permanece o no en el Tribunal. Mientras tanto, personal del Tribunal saca su chamba, mientras él litiga en los medios.