Conforme aumentan los contagios y muertes por Covid-19 y se colapsa el sistema de salud con hospitales públicos saturados con este tipo de enfermos…
Crematorios sin suficiente capacidad para atender la demanda de servicios y, ahora, cementerios de las principales ciudades sin espacios disponibles para recibir más cadáveres, los riesgosos planes iniciales del retorno a clases presenciales poco a poco van diluyéndose ante esa realidad y la presión pública para aplazarlos, según las últimas líneas discursivas de las autoridades federales y estatales.
Un ejemplo es que la firma de la carta de corresponsabilidad exigida a los padres de familia para que los niños y niñas pudieran entrar a las escuelas, dejó de ser un acto forzoso para pasar a ser voluntario, según lo dicho por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que también plantea un cambio radical sobre aquella declaración suya de que la vuelta a los planteles se llevaría a cabo “llueva, truene o relanpaguee”, por más que haya matizado que esa decisión (de retomar clases) “está basada (sic) en el poco riesgo que existe de que los menores se contagien gravemente de Covid-19”, afirmación que contrasta con la cifra de casi 613 casos de menores de edad fallecidos en el país por esta causa, de los cuales 22 han sido del estado de Veracruz, conforme a las estadísticas del Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA).
El sábado pasado, también el gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó que el regreso a las aulas programado a finales de agosto en la entidad “será de manera escalonada” en los diversos niveles educativos, en sintonía con el Plan Nacional de Vacunación, lo que podría extenderse uno o dos meses más, con lo cual el ciclo escolar 2021-2022 seguiría de manera presencial o mixto, sobre lo cual coincidió el secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Escobar García, al indicar que este reinicio escolar “será parcial”, conforme al acuerdo del Consejo Nacional de Autoridades Educativas, y agregó: “la decisión final será de las madres y padres de familia (para) mandar a sus hijos a la escuela”.
Todas estos cambios surgen a raíz de la situación de emergencia, convertida en crisis en los últimos días, por el incontenible avance de esta mortal enfermedad, de tal magnitud que los dos Ayuntamientos de la zona conurbada, que encabezan Fernando Yunes Márquez, en Veracruz, y Humberto Alonso Morelli, en Boca del Río, han anunciado el cierre parcial de los panteones municipales debido a que ya no hay cupo para más entierros, y solamente se permitirán las inhumaciones locales a quienes hayan adquirido previamente espacios y tienen derecho a ocuparlos para sus familiares. Esta misma situación está a punto de ocurrir en otras ciudades donde los fallecimientos por este virus siguen aumentado todos los días, como Xalapa, Córdoba, Orizaba, San Andrés Tuxtla y Coatzacoalcos, entre otras, sobre todo porque las medidas que se aplican, como los cierres viales, no son efectivas para detener el avance de los contagios.
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