* MANUEL HUERTA, ¿EL ‘DISTRACTOR’?

AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

 

* MANUEL HUERTA, ¿EL ‘DISTRACTOR’?

 

 

Quienes presumen de conocer bien al senador veracruzano Manuel Huerta Ladrón de Guevara dudan que el lopezobradorista, ex dirigente estatal de Morena y ex delegado de la Secretaría de Bienestar, se haya aventado por sus pistolas el tiro de presentar de última hora, la noche del pasado miércoles, una reserva para reintroducir ese polémico artículo transitorio a la reforma de la Ley de Amparo que a la letra decía: “Los asuntos que se encuentren en trámite a la entrada en vigor del presente Decreto, continuarán tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones que establece este Decreto”.

 

Como ya se ha difundido, la bancada de Morena en el Senado que aún coordina el vapuleado ex gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, reincorporó al dictamen de Ley de Amparo este artículo transitorio que, según advirtieron los legisladores de oposición, permitiría la retroactividad y resultaría violatorio del artículo 14 de nuestra Carta Magna.

 

De acuerdo con algunas crónicas periodísticas, al mediodía de ese miércoles, en comisiones, el presidente de la Comisión de Justicia, el ex gobernador de Chihuahua y ex panista Javier Corral Jurado, había propuesto retirar ese transitorio del dictamen y los demás senadores lo respaldaron. Pero Huerta lo reintrodujo horas después.

 

El jueves, ante el escándalo, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, consideró que este artículo transitorio aprobado en la madrugada por el Senado sería revisado y corregido porque es violatorio de la Constitución, mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum, en su conferencia mañanera, se manifestó en el mismo sentido. “Primero, hay que respetar la Constitución. La Constitución establece claramente que no debe haber retroactividad en las leyes, a menos que uno cambie la Constitución”, puntualizó.

 

Y al día siguiente, viernes, una vez que la jefa del Ejecutivo federal rechazó la retroactividad de la nueva Ley de Amparo avalada por Morena en el Senado, el presidente de la Suprema Corte Justicia de la Nación, Hugo Aguilar, lo hizo también e incluso advirtió que sería corregida de llegar a la máxima instancia judicial.

 

“No, eso sí, no (la retroactividad). Eso se tiene que ajustar”, afirmó en un encuentro con reporteros en el Palacio Judicial.

 

“¡Claro!”, respondió acerca de si la Corte ajustaría la reforma en caso de que los diputados morenistas no acaten la nueva instrucción presidencial de eliminar ese transitivo en la reforma avalada la madrugada del jueves.

 

Aguilar Ortiz, sin embargo, aseguró que la polémica reforma era necesaria. “El procedimiento está muy burocratizado. O hay muchísimos medios de impugnación que hacen de pronto que los juicios se hagan interminables. Entonces sí es necesario simplificar buena parte del procedimiento. En algunos casos el tema de la ejecución de sentencias”, puntualizó.

 

Igualmente, en la conferencia mañanera de Palacio Nacional, el ex presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, actual coordinador general de Política y Gobierno de la administración de la presidenta Sheinbaum, sugirió a los legisladores del partido gobernante hacer adecuaciones a la Ley de Amparo para que no se aplique la retroactividad.

 

Sin embargo, ese mismo viernes trascendió –de acuerdo con fuentes parlamentarias consultadas por el diario Reforma– que la mayoría de Morena en el Senado avaló hacer retroactiva la Ley de Amparo por una solicitud que provino… ¡de la propia Consejera Jurídica de Presidencia, Ernestina Godoy!

 

Ese mismo día, Huerta argumentó en redes sociales: “Los poderes estamos construyendo juntos esta ley de amparo. El espíritu del legislador, en la reserva, es dar mayor certeza y seguridad jurídica a los juicios en trámite y fortalecer la aplicación efectiva de la justicia en México. Esa es la esencia”, e insistió que la medida busca cerrar la puerta al uso del amparo como recurso dilatorio, especialmente en materia fiscal, y fortalecer la aplicación efectiva de la justicia en México. Añadió que las aportaciones del Ejecutivo se hicieron como sugerencias de redacción, sin modificar la esencia de la norma.

 

En su edición del sábado, el diario Reforma publicó en la muy leída columna política Templo Mayor que “los muy suspicaces se preguntan si será cierto que, en el tema de la Ley de Amparo, los legisladores de Morena aplicaron la vieja estrategia de espantar con el petate del muerto”, ya que “en cuanto se dio a conocer que en el dictamen final se había incluido la retroactividad de la reforma para los juicios en curso, la discusión se centró en ese punto y los demás cambios perjudiciales para los ciudadanos pasaron a segundo y tercer plano”.

 

“Bajo esa premisa, al día siguiente de la aprobación Claudia Sheinbaum pide eliminar esa parte de la reforma y los legisladores acatan la instrucción… pero lo demás se mantiene e incluso queda la idea de que se frenó una injusticia”.

 

“¿A poco todo fue una maniobra de distracción?”, cuestionó el influyente diario capitalino.

 

 

LOS YUNES… ¿SÍ

ARMARON TRIFULCA?

 

Ana Pat Arteaga Massieu, en cuyo perfil de X, antes Twitter, se describe como una internacionalista experta en comunicación política y estratega digital, publicó este sábado 4 de octubre en la citada red social que la noche del miércoles 23 de septiembre el supuesto restaurante “Velaria”, en Presidente Masaryk, fue escenario “de un espectáculo que ni en el Senado se atreven”.

 

Según detalló, en una mesa de lujo estaban Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos, “muy cómodos… bueno, cómodos ellos, porque al resto del lugar los traían hartos: altaneros, groseros, con ese tonito de ‘yo mando aquí’ que ni a los meseros les perdonaron”.

 

Y describió que, más al fondo, había tres comensales discretos. “Todo iba en calma hasta que, al levantarse para irse, uno de ellos –abogado de profesión– volteó y, directo al pecho, lanzó el misil: ‘¡Traidor!’. En segundos, el comedor se transformó en ring: Miguel Ángel Yunes Linares e hijos se soltaron a patadas por la espalda e insultos a mis amigos. Golpes contra dos de mis amigos. Los capitanes y meseros en plan de bomberos apagafuegos. La situación escaló tanto que el personal tuvo que encerrarlos dentro del restaurante para que mis amigos pudieran escapar, porque afuera los esperaba un ejército de guaruras. Y menos mal que los guaruras ni se enteraron del pleito, porque, si no, Masaryk habría terminado en zona de guerra. Lo que queda claro, después del sainete: los Yunes no solo cargan escoltas como si fueran virreyes, sino que además confunden un restaurante con su rancho y a la gente con sus peones”.

 

Sin embargo, un serio abogado veracruzano y académico de la UNAM nos comenta que no existe ningún restaurante llamado “Velaria en Presidente Masaryk, considerada la calle más cara de la Ciudad de México, ubicada en la colonia Polanco de la alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México. “Hay un ‘Bellaria’, pero en Santa Fe”, nos indica.

 

Sin embargo, de lo que sí hay evidencia es de otro grotesco incidente ocurrido casi dos semanas después en el que se vio involucrado el senador Miguel Ángel Yunes Márquez.

Según se difundió también en las redes sociales, la noche del pasado viernes 3 de octubre fue detenido por fuerzas de seguridad estatales y federales el primogénito del ex gobernador Yunes Linares cuando, rodeado de escoltas, circulaba por la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Los uniformados pararon el convoy del legislador ex panista y, al comprobar que sus guardaespaldas no tenían permiso de portación de armas de fuego, detuvieron inicialmente a dos de ellos y luego subieron también a una de las patrullas al chofer de Yunes Márquez por su actitud altanera y prepotente.

 

De ello, incluso, se publicaron fotografías de los escoltas detenidos y presentados ante las autoridades ministeriales.

 

Obviamente, el junior y su papi debieron haberse retorcido de rabia, ya que después haberle dado hace más de un año a la 4T el voto 86 que necesitaba para alcanzar la mayoría calificada en el Senado que constitucionalmente requería para aprobar la polémica reforma judicial, ahora los trataron casi como miembros de “La Barredora”, el grupo criminal que lideraba Hernán Bermúdez Requena, el ex jefe policiaco de Tabasco ligado al senador Adán Augusto López.