MIRA ESTE ES EL PALACIO NACIONAL 

*De Churchill: “Un apaciguador es alguien que alimenta a un cocodrilo esperando que se coma al otro antes que a él”. Camelot.   

 

MIRA ESTE ES EL PALACIO NACIONAL  

 

Los noticieristas titulares llegaron a sus espacios televisivos, después de sus vacaciones. Ayer noche, Ciro Gómez Leyva, Denise Maerker, Azucena a las 10, Guillermo Ortega y demás, privilegiaron tres notas.  

La primera fue el choque de trenes del Metro.  

La segunda, por orden de aparición, la casa del Chapito Ovidio Guzmán, donde le llegaron los balazos y no los abrazos.  

Y la tercera, la llegada de Biden y Trudeau, que ambos dos (Fox Dixit) aterrizaron en el Aeropuerto Felipe Ángeles, luego el camino era como del Amate a Tierra Blanca, lleno de hoyos, escribieron los periodistas de New York Times.  

El presidente no debe estar nada contento, aunque le echó sus porras a la Sheinbaum y dijo que con su vida la defiende, algo así.   

Este presidente se muere en la raya con sus amigos.  

Fuera otro, estaría echando lumbre que el ‘incidente’, como le llamó Sheinbaum, cuando debió decir ‘accidente’, opacó su nota principal de la llegada del poderoso Biden y del canadiense Trudeau. Hay días así.  

Anoche Yo Mero me acordaba cuando en mi juventud, llegaban los presidentes americanos y casi no teníamos señal de televisión para verlos, lo que si me acuerdo es que teníamos un tío muy querido, don Alfonso Muriedas, que ya viejo y a su edad había participado y era uno de los picudos del Partido Comunista de México, un marxista, hombre inteligente y preparado, a la altura de Vicente Lombardo Toledano. Pues a este tío querido, cuando llegaban los presidentes americanos, el gobierno federal sacaba a todos los comunistas de la ciudad de México y los exiliaba a provincia, así llegaba nuestro tío a Tierra Blanca, todo bien vestido, trajeado y con corbata y era un gusto tenerlo por unos diez días oyéndolo hablar de la política y de todo lo que sabía, porque era un hombre de libros, preparado, era de aquellos marxistas que eran buenitos, no como los comunistas estalinianos.  

También recuerdo que cuando llegaban, lo mismo Kennedy que De Gaulle, el paseo desde el aeropuerto hasta sus hoteles y luego a Palacio Nacional, estaba lleno de escolares que agitaban banderitas del país que nos visitaba, si era la reina de Inglaterra, Echeverría y la compañera María Esther, le daba sus agüitas de Jamaica y los tamalitos, pero sin chile, porque no había que enchilar a la reina.   

Eran sublimes aquellos días. Los niños no tenían clases, y los presidentes se pavoneaban en las multitudes. Es señero aquel discurso de De Gaulle en Palacio Nacional, donde ayer el presidente AMLO desde el balcón de la patria, le enseñaba como maestro de escuela a Joe Biden, todo emocionado por poco agita la campana de Dolores, eso si algo dijo del Viva México, estaba realizado. Más tarde lo acalambrarían con el Tratado de Libre Comercio, donde México viola algunas cosillas energéticas. Trudeau viene bien enchilado. Ese Palacio, construido por españoles en 1522, como segunda residencia privada de Hernán Cortés, encima de una parte del palacio del huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin. Luego fue adquirido por la corona y destinado como sede de los Virreyes de la Nueva España, y ahora ahí duerme AMLO, con los fantasmas de Hernán Cortés, que de vez en cuando se le debe aparecer, diciendo: Deja de joder a España.   

 

LOS DATOS DE LA MUERTE O ES CLAUDIA  

 

Los datos de accidentes de Metro son una carga pesada a la Sheinbaum. 4 accidentes en 4 años.   

10 de marzo de 2020, dos trenes se accidentaron en la estación Tacubaya con una persona muerta.  

9 enero 2021. Centro de Control se incendió, dejando sin electricidad a 6 líneas.  

3 mayo 2021. Una trabe del paso elevado se desplomó, dejando 26 personas muertas.  

7 enero de 2023. Dos trenes chocaron en un túnel. Una mujer muerta y 106 heridos.  

En otro país, esta mujer debió haber renunciado. Pero aquí no pasa nada. Hay que sepultarlos y a seguir la vida loca en campaña. Total, México aguanta esto y más.  

 

LA FRASE DE LA SEMANA  

 

“Traigo al de Canadá. ¿Por dónde paso?”.   

Policía en moto todo despistado, cuando trasladaba del AIFA al hotel al primer ministro Justin Trudeau. Para morirse de risa.