Listos para atropellar; el candidato opositor / Víctor Murguía Velasco

Morena está invencible, con el control de todo lo que tiene que ver con ganar elecciones y ejerciendo el poder a todo lo que da. ¿Qué debe entonces hacer la oposición, darse por vencida de antemano o de todas formas luchar?

Con la fuerza que tuvo el PRI en sus mejores tiempos, el control de la gran mayoría de alcaldes, influencia en los órganos electorales, los recursos de los programas sociales, el apoyo de la Fiscalía y la policía, el respaldo de las fuerzas armadas y los favores de otros grupos, puede suponerse que Morena volverá a arrasar en 2024.

Por señalar algo, para elegir ediles ni siquiera importó la pésima imagen y trabajo de presidentes municipales como los de Coatzacoalcos, Víctor Manuel Carranza; Xalapa, Hipólito Rodríguez y de Córdoba, Leticia López. Morena operó y no sólo ganó, atropelló.

¿Debe entonces la oposición recoger sus canicas desde ahora y ser prácticamente un observador en los comicios en los que se elegirá al sucesor de Cuitláhuac García, a 20 diputados federales y a 50 legisladores locales?

En el plano estatal los partidos opositores al Movimiento de Regeneración Nacional prácticamente han sido borrados, nulificados, divididos o ahuyentados, como sucede a nivel nacional.

El PRI, dirigido por Marlon Ramírez, está muy débil. Lo ocurrido en las elecciones extraordinarias de alcaldes, donde en Amatitlán con su candidata Aída Zárate obtuvo solo un voto y en el municipio de Tlacotepec, con Enriqueta Rincón únicamente tres, son muestra de esa debilidad. No es que no gane elecciones, es cómo las pierde.

El PAN sigue dividido y una parte, la de Joaquín Rosendo Guzmán, relacionada con Morena por conveniencia. Pasadas las elecciones internas podrán ahora reunirse, pero los agravios son fuertes y los intereses que persiguen muy distintos. No se ve que pueda haber una reconciliación verdadera.

En el PRD parecieran no darse cuenta de su triste realidad. Enfiestado permanentemente, pues así le gusta estar a su dirigente Sergio Cadena, el perredismo no tiene rumbo y muestra lo que es en la actualidad al abandonar en la cárcel al que era su líder, Rogelio Franco. Lo olvidaron porque así conviene.

Y Movimiento Ciudadano (MC), o sea Dante Delgado, a pesar de que no ha logrado buenos resultados en Veracruz, está colocándose como una especie de árbitro entre los opositores. Escucha a todos los Yunes y los alienta, ¿qué decisión tomará al final?

Por cierto, sin nuevos cuadros en la oposición y sin que nadie de la sociedad civil emerja en la política jarocha, los ojos siguen puestos en Pepe Yunes, Héctor Yunes, los Yunes azules y, por las mujeres, Anilú Ingram. La idea que prevalece hasta ahora es que el candidato opositor surja de una encuesta imparcial. Quien la gane sería el abanderado.

Así las cosas, ¿tiene caso ir por la gubernatura y las diputaciones?, ¿qué nuevos o viejos cuadros serán postulados?, porque en las pasadas elecciones en varios casos postularon a lo mejor que tenían y perdieron.

Para un amplio sector de veracruzanos sí tiene caso que la oposición, lo más unida que pueda, dé la lucha. Exige esa participación… pero no en una contienda arreglada.