QUERETARO

POR: JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)

Según crónicas grabadas en estelas que ningún erudito ha podido
descifrar, la ciudad de Querétaro fue concebida en el misterio de un
ámbar polifacético. El ámbar, de apariencia simple, es una piedra
encantada, musical y undívaga como el alba.

Querétaro a cualquier hora del día está amaneciendo. Su arquitectura
no guarda fidelidad a su retrato anterior; cambia, como un libro de
horas.

Hay finura, distinción, elegancia. Sus líneas son testimonio de buen
gusto. No es la línea recta, ni los planos escuetos el supremo
arquetipo; también la línea curva, ta0mbién la espiral y lo barroco.