El «Lozoyazo», todo por un pato.

Alfredo Bielma Villanueva
 
Aparentemente el asunto de Lozoya se constriñe a un caso de persecución a los corruptos y queda en el ámbito exclusivo de la Fiscalía General, pero en realidad guarda implicaciones más allá de la cosa jurídica en el entorno de un gobierno cuyo emblema es la lucha anticorrupción. Las fotografías hechas públicas por la reportera Lourdes Mendoza exhibiendo a quien la Fiscalía General privilegia con trato deferente pese a sus probadas corruptelas no favorecen el discurso presidencial respecto a su lucha anticorrupción, más aún en la coyuntura de su anunciada presentación en la ONU, en donde pronunciará un discurso cuya tesis fundamental postula que la corrupción es la madre de todos los vicios universales. Para Lozoya este escándalo es detonante, pues la Fiscalía puso como fecha final para determinar su situación jurídica el 3 de noviembre próximo. Todo por comerse un pato.