POR: JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
Aspiro el verde, el azul, el dorado,
y se llena de paisajes la sangre ya polvosa.
Miro cómo se acerca el aire quinceañero
y cómo resucitan las campanas.
Me siento trascender
cuando cantan los pájaros
frente a la Virgen de la Soledad.
En el manto de la virgen, como milagro,
florecen los ojos triste de los indígenas,
y el recuerdo se arrodilla enamorado.