LAS VACUNAS GRINGAS 

*Del poeta Antonio Machado: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos.” Camelot.  

 

LAS VACUNAS GRINGAS

 

El primer mexicano descubierto de haberse ido a vacunar a Estados Unidos, fue Pepillo Origel, el conductor de Televisión, que subió a las redes sociales el momento que lo vacunaban en algún lugar americano, en Miami, pues. Cuando la subió los chairos lo atizaron bien y bonito, pero él, lejos de arredrarse se defendió, les reviró y agradeció al gobierno de Biden por estar vacunando a mexicanos. Al principio todos negaban haberse ido a vacunar, so pena de que les dijeran: “pinches ricos”, pero luego poco a poco, cuando Biden nos regaló unas cinco millones de vacunas, la pena se quitó. Aquí en México no llegaban las vacunas, eran por goteo. Tengo varios amigos que me platicaron cuando se fueron a vacunar. Uno de ellos voló a Mc Allen y de allí, previa cita por Internet, se fue por carretera a Harlingen, que está a unos 20 minutos en esas grandiosas autopistas texanas y, a la hora de su cita en una tienda como Wal-Mart, llamada Target, en el área de farmacia, presentó una identificación, una enfermera americana, de esas rubias, grandota y guapa lo hizo sentarse en una silla, se arremangó la camisa y pácatelas, inyectado estabas y te daban tu papelito de constancia de vacunado, por la gracia y cortesía de papá Biden. Sin costo, solo había que dar las gracias, ni preguntaban de qué país eras o si eras indocumentado o algo, nada. Otros lo hicieron a San Antonio, Texas y unos más Houston o donde pudieron.

 

VIAJAR Y SALVAR VIDAS

 

Toco el tema porque ayer, en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, pasó la nota de que el alcalde Di Blasio, de Nueva York, estaba invitando a todos los extranjeros, principalmente a los mexicanos al grito del shopping, a que fueran a vacunarse contra el Covid a Nueva York. Oh, mamá mía, qué maravilla, una vacunada y ver los grandes rascacielos y, si se puede, irse a ver a los Yankees, ahora que ya dejan entrar a algunos aficionados al Yankee Stadium. Ofreció Di Blasio, que sería la Johnson and Johnson, la que es de una sola dosis, para que no tengan que regresar y hacer doble pago. Ciro rememoró un video del gran Padre del Análisis Superior, David Páramo, que lucha por su vida en un hospital en terapia intensiva, pero que va mejorando, según el comunicador, y revivió un video de Páramo donde pedía a los mexicanos que pudieran y tuvieran lana, que fueran a vacunarse allá porque, así ahorraban unas vacunas para los mexicanos, y tiene razón. Ahora solo falta que las aerolíneas no se vean habilonas y suban los precios, como lo han hecho en este par de meses, cuando muchísimos mexicanos fueron a vacunarse, sobre todo esa que vuela de Veracruz-Houston, que se dieron el lujo de pedir 22 mil pesotes por boleto ida y vuelta, bárbaros, más caro que ir de México a Madrid, chulona mía.

 

UN BELLO TEXTO DE UNA USUARIA DEL METRO DE LA MUERTE

 

“El Metro de la línea 12 era el más bonito, nos dio dignidad de movilidad a los Tlahuicas, todo el tiempo fuimos marginados de los servicios de primera hasta que llegó la línea dorada, el tramo elevado con vistas espectaculares, el único transporte donde no te asaltaban, el Metro limpio, que olía al perfume de los oficinistas, de los estudiantes, de los trabajadores. Mi camino hacia la urbe era de 2 a 3 horas en el tráfico horrendo hasta que apareció el tren y cambio a 1 hora. La mala gestión en la construcción (trenes-ruedas – vías sin relación en común), 2 sismos, 2012 y 2017 y, una constructora que abarató costos, han traído consecuencias trágicas; se colapsó la vida de muchos, un golpe a la calidad de vida, un golpe a la identidad, un golpe a la economía. Espero con el corazón en la garganta, que la vida deje de ser difícil en México, que los gestores políticos dejen de percibirnos como “vidas baratas” y comiencen hacer obras de calidad”.

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