Si aún había amistad entre ambos personajes, ese proceso los separaba. Si ya eran enemigos, el encono aumentaba.
Es mucho lo que se juega en intereses políticos (y en años recientes, económicos) a la hora de elegir a los candidatos a las diputaciones, pero sobre todo a las alcaldías.
Acaso los únicos que pasaron esa prueba hayan sido, en los remotos setenta, Carlos Brito (subsecretario de Gobierno) y Gonzalo Morgado (presidente del PRI), y eso porque formaron un equipo no visto hasta entonces a esos niveles y no visto después, que le respondió a su jefe Rafael Hernández Ochoa.
Miguel Ángel Yunes (secretario de Gobierno) y Amadeo Flores (presidente del PRI), con una buena amistad, en el gobierno de Patricio Chirinos no acabaron en los mejores términos. Amadeo, presidiendo al priismo, terminó perdiendo en más de 50 municipios (cuando eso era impensable para la época) y desde el edificio de Ruiz Cortines miraban hacia Palacio de Gobierno encontrando al responsable de tanta derrota. Un poco después, Yunes, ya dirigente del PRI, perdió más de 100 alcaldías y el que estuvo atrás de esto no fue Salvador Mikel (secretario de Gobierno), sino dicen que los intereses de Fidel Herrera y quienes lo seguían.
En fin, la política es la política, la búsqueda del poder genera eso y más y esto no es exclusivo del priismo, sino que termina anidando en todos quienes participan en esa actividad.
Así es que en Veracruz será interesante observar cómo resuelven las próximas candidaturas, cómo quedan entre ellos y qué resultados dan a su partido los de Morena.
Pero esta vez el intríngulis tendrá más participantes: el gobernador, el secretario de Gobierno, el delegado de los Programas federales, uno que otro agregado y hasta la secretaria de Energía.
La titular de la Sener, Rocío Nahle, es todo un caso. Es sabido que ella apadrinó a los ahora alcaldes de Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica y de otros municipios del sur. Entre todos no se hace uno, han defraudado a la ciudadanía y de no ser porque sus correligionarios son los que gobiernan, algunos estarían en serios problemas.
Sin embargo, eso no será impedimento para que la secretaria de estado —todo lo indica así— exija imponer a sus propuestos como candidatos a las alcaldías y diputaciones en Coatzacoalcos, Poza Rica, Minatitlán y otras nuevas demarcaciones, acorde a su poder que tiene como gente muy cercana al presidente.
El secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, no se queda atrás y, dado lo que ha mostrado en el ejercicio de su actual cargo y antes, tratará de llevar mano en las candidaturas que más pueda.
Falta ver qué dice sobre esto el superdelegado Manuel Huerta, qué visión trae sobre este importante tema el gobernador Cuitláhuac García y cómo actúan otros personajes de la cuatroté.
A ver cómo quedan una vez terminado este interesante e importante proceso.
