LA LEY NAHLE O AHUED

*Groucho Marx decía que solo se sentaría a la mesa de un político ‘si paga él’. Camelot.

 

LA LEY NAHLE O AHUED

 

Algunos le llaman la Ley Nahle, por la Chío, otros la llaman Ley Ahued, por Ricardo corazón de león. Es una traje o un saco a la medida, dicen los que presumen saber de estas cosas, la misma va encaminada, según expertos, a preparar el camino para la sucesión de Veracruz, la de Cuitláhuac García Jiménez, en cuanto cumpla los dos años y la presidencia le prenda su vela de pastel y lo apague y se lo lleve a una cartera que le dará el presidente allá en el rancho grande, en Ciudad de México, bueno eso dicen los futurólogos a la Walter Mercado. Para ello necesitaban un parche a la Constitución veracruzana que permitiera, modificar para ser gobernador, la actual dice que se necesita una poca de gracia y otra cosita. Ser nacido en territorio veracruzano o ser hijo de padre o madre veracruzanos, aunque nacieras arriba de un avión, o en barco de turismo, por ese solo hecho ya la hacías. Pero la Rocío Nahle es zacatecana, y no podía, Ricardo Ahued es hidalguense, y por ahí andan ambos dos (Fox dixit). Un diputado veracruzano, de Coatzacoalcos, tierra heredada de la Nahle, de cuyo nombre no quiero acordarme, llevó al Congreso esa iniciativa de modificación y algunos sospecharon que venía con línea desde Palacio Nacional, o al menos desde la oficina de Julio Scherer. Por eso no la bloquearon los Morenos. La presentaron y ahí está en espera de ser turnada a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales para que, a su vez, 107 cabildos de Veracruz la aprueben, si la aprueban la Nahle y Ahued están encaminados a sentarse en esa silla que una vez se sentaron dos que llegarían a la presidencia de México: Ruiz Cortines y Miguel Alemán Valdés, de antecedente que ambos son, uno Senador veracruzano, y ella diputada y senadora por Coatzacoalcos. Esos mismos futurólogos predicen que la Ley está hecha para Ahued, porque la Chío debe estar al cien por ciento como secretaria de Energía hasta que concluya Dos Bocas. Uno primero, la otra después. Bien decía mi abuelita: Cuando te toca, aunque te quites, y cuando no te toca, aunque te pongas. Pura vida, diría Clavillazo. Mientras uno luchó en la batalla contra las corruptas Aduanas, y la otra se aferra al proyecto fallido de Dos Bocas, la 4T les tiene lista la silla de la gubernatura de Veracruz. Venga, pues, diría Kamalucas, un filósofo de mi pueblo, que descansa en paz.

 

EL JORDAN DE SIEMPRE

 

Es día de estreno y Netflix lanza el otro capítulo de la miniserie El Último Baile (The Last Dance), donde ahora reúne al gran Michael Jordan y a Kobe Bryant, la otra leyenda perdida en la caída dolorosa de un helicóptero, donde muere junto a su hija y otros acompañantes. Los dos más grandes de la época, reunidos en una serie que presume Netflix es la que más audiencia le ha dado. Apenas la veré en un rato, pero marca los tiempos de Jordan cuando escogió ir por los tenis Nike, que a él le gustaban más los Adidas, algo que encumbró a la zapatera que la hizo más famosa que de costumbre y liderar el mercado de las zapatillas deportistas, aquel famoso Air Jordan, cuyos tenis pensábamos todos, los hacen volar como a Michael, y también cuando Jordan, a diferencia de Mohamed Alí, que le entraba a todo en la política, Jordan se negó a apoyar públicamente a un congresista de color, al cual apoyó económicamente pero no le dio su voto en público. Una serie extraordinaria, sin duda, lo que mejor nos presentó Netflix en tiempos del Coronavirus. Como aquel amor en los tiempos del cólera, dijera García Márquez.

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