Las notarías ¿las escrituró el diablo?

En Veracruz ocurre un fenómeno muy iterativo con las Notarías y los notarios, como se sabe, es una institución que en nuestro marco jurídico da fe de las operaciones mercantiles, patrimoniales, etc. Pese a su naturaleza apolítica, en Veracruz desde hace algunos sexenios las Notarías son prendas de rejuego político, y sirven como premios a la amistad o la complicidad o como mecanismos de venganza o presión política. Cuando gobernaba Patricio Chirinos se amagó al notario Ángel Leodegario Gutiérrez con cerrarle su notaría en Acayucan, fue un cobro de factura política; lo más reciente sucedió a Flavino Ríos, a quien congelaron por un tiempo su Notaría en Minatitlán, que finalmente recuperó, calambres y revanchas políticas la causa. Ahora se revoca la patente notarial de Leopoldo Domínguez, quien sirviera como Secretario de Turismo y Cultura en el gobierno pasado. El SAT lo investigó y encontró irregularidades, es la explicación a la opinión pública y el fundamento legal. pero ¿También tiene origen político? Ya se sabrá.