La honestidad como panacea

Evidentemente molesto por el iterativo cuestionamiento sobre el nombramiento de Ángel Carrizales al frente de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA”, el presidente López Obrador se reveló como un autócrata: “es mi facultad nombrarlo”. Lo peor llegó cuando describió el requisito para formar parte de su equipo: “Si hablamos en términos cuantitativos, 90 por ciento honestidad, 10 por ciento experiencia. ¿Cómo la ven?”. La es que la vemos muy mal porque gobernar es administrar y si quienes están al frente de esa encomienda no saben cómo hacerlo, aunque sean muy honestos no habrá solución a los problemas del país. En Veracruz lo vivimos con herida abierta pues día a día la sociedad está sometida a cualquier contingencia vinculada con hechos delictuosos sin que desde el gobierno haya respuesta efectiva y eficiente. Eso sí, según dice López Obrador, son honestos (¡!).