JORGE RAMOS EL PROVOCADOR

EL CUESTIONAMIENTO hecho hace unos días por el periodista Jorge Ramos al presidente Andrés Manuel López Obrador derivó en una discusión en la que la mayoría coincide en que se debe respetar al entrevistado.

Y ES QUE para muchos la pregunta de Ramos al presidente López Obrador sobre la estadística diaria de homicidios fue correcta, lo incorrecto fue la manera en la que contrasto sus datos subiéndose al templete dónde estaba el presidente y buscar a como diera lugar exhibir al mandatario morenista, incurriendo incluso en una falta de respeto y abusando de la libertad de expresión.

COMO ERA de esperarse, en la conferencia mañanera en turno, AMLO defendió las cifras sobre el número de homicidios en el país en lo que va de su gobierno, y aseveró que se revirtió la tendencia en esta materia toda vez que ya no se sigue la misma estrategia equivocada de sexenios anteriores. “Hemos mantenido los niveles o se ha revertido la tendencia sobre el delito de homicidios”, dijo.

EL MANDATARIO recordó que bajar los homicidios tomará tiempo, pues “nos dejaron un país con mucha violencia porque había impunidad y mucha corrupción”.

ANTE TODO, al entrevistar a una persona el periodista debe conducirse con respeto y civilidad, algo que a Ramos le faltó.

NO POR nada Ramos ha sido fuerte criticado y hasta descalificado por algunos férreos defensores de AMLO como el padre Solalinde, para quien el periodista fue “agresivo y altanero”.

ALGO HAY de razón en ese calificativo, recodemos que hace dos años, en plena campaña presidencial de Donald Trump, el periodista encaró al magnate por el tema migratorio, lo que derivó en que fuera echado por los guaruras de aquel, quienes lo sacaron prácticamente como un costal del salón donde se ofrecía una conferencia de prensa.

HACE UNOS meses, durante una entrevista al presidente venezolano Nicolás Maduro, el mismo Ramos comunicador y su equipo de trabajo fue retenido en el Palacio de Miraflores tras presuntamente haberle hecho una pregunta incómoda respecto de un video que supuestamente evidenciaba que sí había una crisis humanitaria.

ASÍ PUES, parece que a Ramos le encanta aprovechar cualquier espacio y figura de renombre internacional para hacerse notar, para provocar pues.

AHORA FALTA ver si esa actitud no deriva en afectaciones o alguna represalía hacia los periodistas locales que cubren las mañaneras de AMLO.