El gobernador veracruzano Cuitláhuac García ayer tarde dirigió un mensaje por el cual informa del respaldo de los gobernadores de Chiapas, Tabasco, Puebla, Jefa de Gobierno de la Ciudad De México, y el de Veracruz, todos de Morena, al pacto fiscal “como está actualmente”. Esto, en respuesta a las manifestaciones de inconformidad expresadas por gobernadores emanados del PAN (Tamaulipas, Chihuahua), de Movimiento Ciudadano (Jalisco) y el independiente de Nuevo León, respecto al magro apoyo recibido desde el gobierno federal para enfrentar la crisis sanitaria. En realidad, Cuitláhuac hace justamente lo que critica, politiquería, porque no hay rebeldía sino inconformidad respecto de un Convenio Fiscal diseñado para un México ya inexistente y requiere ser revisado apenas se supere la actual crisis sanitaria. A Marcelo Ebrard, o a quien formalmente corresponda hacerlo (se supone que a Olga Sánchez) deben hilar fino para evitar que el tejido de la federación sufra más rasgaduras, ahora que desde la cúpula del poder se fertiliza con fruición la polarización política.
