Sin duda, los tiempos y las circunstancias de la política han cambiado en México, lo observamos con meridiana claridad en el permanente peregrinar por el país del primer mandatario y en su discurso orientado a descalificar a quienes no coinciden con su proyecto de nación. También cuando se traslada a alguna entidad federativa, pues antaño, durante la presidencia imperial la visita de un presidente a provincia revestía significados especiales y llevaba implícita la incógnita de su arribo. Ahora ya no es así, porque las visitas presidenciales se reducen a propósitos en buena medida electorales, a estar “cerca de la gente”. Durante cinco días de la próxima semana el presidente estará en cinco entidades, el criterio de su selección fue “la cercanía con la Ciudad de México y porque puede realizarse por carretera…”, el lunes estará en Xalapa, se ignora si anunciará algún buen proyecto para Veracruz, nuevas estrategias para detener los contagios de Covid-19, cómo detener la violencia, ojalá esta visita no se reduzca a recordarnos que Cuitláhuac es muy honesto-
