Sin tacto – Sucesión UV (39)
Esto no acaba, hasta que se acaba
Por Sergio González Levet
Creen los golpistas, encabezados aparentemente por el señor Martín Aguilar, que ya lograron su propósito, que ya hicieron realidad sus aviesas intenciones (para los de prensa UV, “avieso” significa: torcido, fuera de regla.), que con una vez que torcieron la ley todo quedó saldado y pueden disfrutar su felonía por otros cuatro años.
Piensan que todo se resolverá publicando deplorables comunicados y haciendo declaraciones tan tronantes como irreales, tan superlativas como tontas. Pero no: para continuar detentando su ínfimo poder van a necesitar seguir mintiendo; para mantener la infamia, tendrán que re-interpretar la legislación una y otra vez, e inventar nuevas triquiñuelas; para mantenerse en el delgado filo de la navaja en el que permanecen en un equilibrio precario, necesitarán hacer uso de la amenaza, de la fuerza bruta, del acoso y el abuso.
Y nada de eso les servirá, porque ni la razón ni la historia están de su lado.
Consideran Martín y sus 40 seguidores que a los exrectores les va a terminar por dar pereza y se dejarán vencer por el desánimo. Como no saben lo que es ser una verdadera autoridad universitaria, lo que es representar y conducir a una institución magnífica, pretenden que todos son iguales a ellos, a sus limitadas concepciones, a su falta de criterio, a su ausencia de ética. No imaginan que Sara Ladrón de Guevara, Víctor Arredondo y Raúl Arias pelean por su convicción, luchan por la educación plena y de calidad que merecen nuestros muchachos.
No perciben tampoco esos secuestradores de la democracia que los prestigiados exmiembros de la Junta de Gobierno, personajes verdaderamente dignos, no pararán de señalar la infamia de los actuales integrantes, que robaron a la comunidad universitaria la facultad de elegir a su autoridad.
Tratan de convencerse, sin lograrlo en realidad, de que los aspirantes legítimos a la Rectoría para el periodo 2025-2029 van a bajar las armas, de que se cansarán algún día y depondrán su lucha en favor de la autonomía, de la decencia, de la legalidad. No conocen la entereza de Jorge Manzo Denes, de Marisol Luna, de Rafael Vela, de José Luis Cuevas, de Héctor Coronel. No quieren y no pueden ver que estos nombres representan lo mejor de la academia y la investigación productiva de la Universidad Veracruzana.
No se sospechan esos conjurados en contra de la UV que la sociedad veracruzana (el pueblo, vamos) no está con ellos y exige que vuelva la decencia a la Rectoría, tan maltratada en los últimos cuatro años, y días.
Pero lo que menos se imaginan es que los estudiantes se están levantando para recuperar sus escuelas, para salvar a la UV de los depredadores que se adueñaron a la mala de la universidad. Ellos, el futuro de Veracruz, ya están en pie de lucha… y será sin cuartel.