LA FAMILIA DE XÓCHITL

LA FAMILIA DE XÓCHITL

Salvador Muñoz

Los Políticos

 

Si los estrategas de Sheinbaum ya se frotan las manos para que su candidata saque a relucir en el debate los asuntos de la hermana e hijo de Xóchitl Gálvez, olvídenlo… es más, ni debe ser tema en ningún escenario dentro de la campaña de la Doctora por dos simples razones…

La primera. Muy independiente de que Xóchitl haya salido a dar la cara para hablar, que no justificar ni defender a sus parientes, expone un lado con el que cualquier ciudadano se puede identificar con ella: los problemas familiares…

Hasta el momento, las únicas familias perfectas que conozco son las que aparecen en las redes sociales, disfrutando de la compañía de sus seres queridos, sonriendo, exponiendo los manjares y ambrosías en sus mesas… fuera de ello, hay millones de familias con diversos problemas con la señora, el señor, la hija, los hijos, los cuñados, los hermanos, etcétera… ¡Bendita la familia que no tiene que lidiar con sus hijos o hijas o cualquier otro pariente! Pero en un universo donde una de cada 10 familias no tiene problemas de este tipo, el resto de un modo u otro, empata con Xóchitl, se identifica con Xóchitl, no ve a la candidata tanto como a la madre que se tiene que fajar todos los días para meter en cintura al hijo, la hija, al esposo, al hermano, a toda la familia… como lo hace esa madre, ese padre, esa tía, esa abuela, etcétera…

La segunda. Vamos! Si uno, clase alta, clase baja, clase media, casado, divorciado, soltero, viudo, puede tener un pariente o ser el pariente que ocasione dolores de cabeza a la familia, por qué tendría que ser la exención la Pareja Presidencial! Beatriz Gutiérrez Müller sale a la palestra, no a defender a Xóchitl o a Juan Pablo, sino a dar a entender el papel que la candidata de la Oposición, que la Política, que la empresaria, tiene que asumir como madre, igual que lo hace ella cuando Jesús Ernesto ha sido expuesto en redes sociales, víctima del escarnio… El asunto es que Gutiérrez Müller da una sentencia con la siguiente oración: “Un favor a los políticos en campaña y a sus equipos: jueguen limpio. Quizá es mucho pedir. Pero, como mexicana, rechazo que los familiares sigan siendo daños colaterales”.

Está claro que si los estrategas de Claudia pretenden usar a la hermana o hijo de Xóchitl, estarán contraviniendo la petición de la esposa del Presidente, o peor aún, la petición de una madre cuyo hijo ha sido víctima de las agresiones de la oposición.

Ahora, desde un punto de vista muy particular, no es que sea ley o tenga que ser así, pero uno considera que la salida de Juan Pablo del equipo de campaña es la corrección a un error que Xóchitl tuvo al inicio de esta cruzada por la Presidencia. No tiene que involucrar a su familia cuando el apoyo de ésta, debe ser moral, aun cuando los cargos sean honoríficos… Se busca un cargo público, no es el “100 Mexicanos Dijieron” donde participa una familia.

El asunto al final es que si los estrategas de Claudia les cruzó por la mente utilizar en el debate, o fuera de éste, los casos de la hermana e hijo de Xóchitl, cuidado, porque es claro que la Xingona habla de frente y con la verdad, tanto que en un momento dado, hasta las palabras de Gutiérrez Müller la respaldan.