LA VERDADERA ENCUESTA
Salvador Muñoz
Los Políticos
Este lunes, abrieron con encuestas dos de las tres partes involucradas en la contienda por la Gubernatura.
En ambas, cada quien presume la distancia que hay entre el puntero y su más cercano perseguidor.
En una observación simple, se podría decir que con estas encuestas, es claro que una de las partes miente… o en el peor de los casos: las dos mienten.
Un escenario más optimista podría ser que ambas partes de las involucradas en la contienda por la Gubernatura están en lo cierto. Sí, pudiera darse el caso que la lectura de las encuestas que ofrecieron este lunes la Oposición como el Partido en el Poder hayan expuesto la realidad de un momento en determinado espacio del territorio veracruzano…
Lo que sí es cierto es que ambas partes han de utilizar la estrategia del triunfalismo en los medios que estén a su alcance para intentar generar en el potencial elector, un deseo: votar por “la ganadora” o “el ganador”…
¡Vamos! Se trata de pegarle al Psique del Ciudadano… influir en la mente del Ciudadano… meterse en la última decisión del Ciudadano…
Lo que también es cierto es que ambos contendientes se juegan un todo por el todo en esta elección…
Si Rocío Nahle pierde, pero gana Claudia, puede haber un viso de oportunidad (o premio de consolación) en el Altiplano…
Si Pepe Yunes pierde, pero gana Xóchitl, es más complicado un escenario similar al de su contendiente porque no hay vínculo estrecho entre el peroteño y la nativa de Tepatepec, aunado a que lo más seguro es que los partidos que impulsan a Xóchitl se apoderen del Gabinete como lo hicieron con las Pluris.
Otro escenario: Si Nahle pierde y Claudia también, es posible que la carrera de la candidata llegue a su fin, entonces pasadas las elecciones, y si me apuran, sea igual el preámbulo de la debacle de Morena…
Uno más: Si Pepe pierde y Xóchitl igual, en una de ésas, hasta se enclaustra en su rancho…
Así que, con todo y encuestas a favor de uno o una, y en contra de otro u otra, esto apenas empieza… y como dicen los clásicos: la verdadera encuesta se da en las urnas.
