RUMBO A QATAR (YON DE LUISA) 

*Y nos vamos al Mundial. Camelot. 

 

RUMBO A QATAR (YON DE LUISA) 

 

En día de la mugre liguilla, cuando apenas iban 2-0 el Pachuca les hizo tragar chorizo a ese Toluca, fiel reflejo de lo que es el futbol mexicano, cuando los dos sinvergüenzas, el Tata Martino y Yon de Luisa, que uno opera la Federación Mexicana de Futbol y el otro mal dirige al equipo, en una entrevista en el español diario El País, Yon de Luisa en su cinismo, llegó a declarar “Para México, jugar el cuarto partido en el Mundial, ya es un éxito”. Pues con esa cachaza de conformismo, así vamos a Qatar, sin más esperanzas que, si calificamos la primera ronda, al cuarto partido nos mandan de regreso a casa, y debía ser al Santa Lucia, donde llegan muchos maletas. Hay gente que cree que ni al cuarto partido llegaremos esta vez, con ese malísimo portero, Memo Ochoa, que tiene manos de mantequilla, y con bultos como Funes Mori. Yon de Luisa (52 años) asumió la presidencia de la Femexfut en 2018, y desde allí, con la complacencia de los dueños de equipos del futbol, sigue manejando a sus anchas todo ese tinglado. Al Tata Martino lo pone como si México tuviera el mejor entrenador del mundo. Habló también del porqué es rechazado el Tata Martino por la afición y sale abucheado de los juegos de la selección, pero a Yon le vale. Como le valió desafiliar a Los Tiburones Rojos de Veracruz de Fidel Kuri y ahora enfrenta una demanda multimillonaria que, si la pierde, cimbrará el futbol mexicano. Y es probable que le cueste su cabeza. Cuando le preguntaron del porqué el futbol de Estados Unidos, su liga, avanza mejor que la de nosotros, solo cabeceó como el Cui cuando dice que tiene más obras que sus antecesores, pero serán obras de teatro, me dijo un cuenqueño.  

 

ARDE NOTRE DAME 

 

Y llegué al futbol porque anoche, en esa infumable final de la liguilla, cuando iban 2-0 y pintaba para goliza, como así fue, me fui a ver una cinta francesa extraordinaria, ‘Arde Notre Dame’, la historia de ese día, un 15 de abril de 2019, cuando ardió la catedral más importante de Francia, y del mundo, donde entre sus pertenencias resguardadas está la Corona de Cristo, que fue comprada por un rey de Francia, y dejó en garantía al Estado, con una deuda de varios años. La historia de un heroísmo de los bomberos, que inició como siempre, como las grandes tragedias, por un incidente menor cuando comenzaron las viejas alarmas a sonar en la Catedral, en plena Misa y descuidaron por momentos ese fuego que, con un extinguidor a la mano, lo hubieran sofocado. Es una película bien hecha, histórica, bien filmada con artistas y directores franceses. La catedral de Notre Dame (en francés: Cathédrale Notre-Dame, lit. Catedral de Nuestra Señora) es una catedral de culto católico, sede de la archidiócesis de París, la capital de Francia. Dedicada a la Virgen María, madre de Jesucristo, se sitúa en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena. Quienes la hemos visitado, a rato volteamos a ver si sale de una torre el gran Quasimodo, personaje de Víctor Hugo en Nuestra Señora de París, yo suelo ir siempre, darme una persignada, comprar unos suvenires y visitar el pequeño espacio dedicado a la Virgen de Guadalupe y echar una rezada a nuestra morenita mexicana. Luego me voy a la librería, que está situada en contra esquina, Shakespeare and Company, donde se publicó el primer Ulises de Joyce, libro prohibido en Estados Unidos y en Inglaterra. En su tiempo llegaban Hemingway, Scott Fitzgerald, Ezra Pound, Joyce y Yo Mero también, comprar el libro de la historia de esa librería, a ratos lo tienen en español, pero se les agota. La película te va llevando a todas las emociones, a cómo trabajó ese heroico cuerpo de bomberos (600), para apagar ese fuego que amenazaba, después de caer la aguja central y todos pensaban, hasta el presidente Macron que allí estuvo presente, que perderían toda la iglesia, una reliquia histórica, la más visitada del mundo, unos 850 mil al año, con 800 y pico de años de fundación y tradición, todas las obras fueron recuperadas y el incidente de la Corona de Cristo, que según la leyenda llevaba Nuestro Señor a la Crucifixión, tiene detalles especiales de su recuperación. Allí se coronó Napoleón Bonaparte. El incendio, “era el dolor de toda una nación”, dijo el presidente Macron. En 24 horas se recaudaron 800 millones de euros para su reconstrucción. Es buena cinta, búsquenla, yo mero la vi en Roku, porque ahora Netflix estrenó otra similar, pero entrelaza a esa miniserie unas cinco historias para hacerla más completa. Salvada Notre Dame, el mundo volvió a respirar con tranquilidad. Larga vida a Notre Dame. 

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