DIA DE GRANDEZA 

*Y cuando despertaron, había otro candidato. Camelot.  

 

DIA DE GRANDEZA 

 

Entre el US Open y la Champions y el fut americano, que llega el jueves, la vida se le va a uno pegado a la tele. Ayer hubo una épica que terminó en el amanecer. Carlos Alcaraz, el español, venció al italiano Sinner y el juego de tenis que se vio, pocos mortales lo volverán a ver, eso era una final de un Mundial o una Champions, o una misma final de un Grand Slam. Un joven de 19 y el otro de 21 años celebran que llega una nueva generación de tenistas profesionales, los que heredarán a Nadal, Federer y al no vacunado Dujovickh 

 

LA LLAMADA DE HECTOR YUNES 

 

Ayer escribí que había reaparecido en el escenario político Héctor Yunes Landa. Quien tuvo reunión con la ACOVER en Xalapa, conformada por puros picudos periodistas. Y por la tarde, en lo que veía el épico juego de Carlos Alcaraz, que una jugada de las suyas la compararon en el tenis con el gol de Maradona a los ingleses, una que tomó de espaldas sin ver y ganó ese punto y el estadio neoyorkino deliraba, pero estaba con Héctor. Yunes Landa me envió mensaje por WhatsApp, y otro grabado en el IPhone. Después de los saludos de rigor, me dijo que me había leído y que ‘no lo había mencionado porque lo estaba cuidando’, además que estaba listo y puesto y que, ya que este escribiente lo había destapado, ‘que lo siga apoyando’, remató así, en referencia a todos los Yunes y los candidatos: “Te faltaba el bueno, ya verás que así va a ser”. Órale, pues. Saludos y suerte. 

 

EL PRECIO DE LA TORTILLA 

 

El presidente AMLO está preocupado por el precio de la tortilla. Está muy preocupado, con justa razón, porque todo se está disparando, va a pedir a los empresarios que le bajen o a ver qué hacen. Suelo comprar algunos tamales de elote cuando voy a Veracruz, y cuando pregunto porque han subido tanto, el mesero Gustavo me dice que es porque ha subido el maíz. Ayer mismo Yo Mero fui a Wal-Mart y, cuando llegué a la caja, por poco me infarto con la cuenta. La inflación hace que suban las cosas, más los productos básicos.  

El maíz es un ser vivo y se debe de tratar como uno, no se debe de nixtamalizar en la tarde, debe de hacerse antes del atardecer, ya que dicen nuestras abuelas, que por la noche viene el coyote y se lo come, y si no viene, de todas formas, la tortilla no se va a inflar». Soy afortunado porque Rosalía, quien es nuestra cocinera, me trae cada semana unas tortillas que hace su madre en Tzoncolco, zona indígena, saben a gloria. Ni Obama las come así. Tampoco el rey de España. 

Alguna vez de hace unos años, cuando gobernaba Veracruz Fidel Herrera Beltrán, se preocupaba de los precios de la canasta básica. Caminando, vio una tortillería enfrente y me preguntó sabes cuánto vale el kilo, le dije nones, yo no las compro, las compra la cocinera. Él me dijo el precio, sabia de todo, se atravesó como cualquier ciudadano y pidió un kilo. Valía lo que él dijo, 8 pesos. Hoy está a 18 pesos el kilo aquí en Orizaba y me dicen que en Ciudad de México a 20 pesos y en Veracruz Puerto a 25 pesos el kilo, y eso pone a parir chayotes a las amas de casa. Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, dijo alguna vez José Martí. Sin maíz no hay país, dice una frase muy mexicana. Nada más rico que una tortilla para una salsa de huevos o unos chicharrones en cascarita con sus frijolitos al lado.  

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