ESOS PERCANCES 

*Y cuando desperté, tenía al camión encima. Camelot. 

 

ESOS PERCANCES 

 

Ayer tuve un percance en la orizabeña calle Real. Iba quitado de la pena rumbo a mi casa cuando un autobús de transporte público, a la altura de Coppel, se puso atrás de mí y comenzó a pitar el claxon, para que me hiciera a un lado, llevaba prisa. Como el lado izquierdo es de los autos y el derecho del transporte, no le hice caso. Pero en cuanto pudo el canijo me rebasó por la derecha y, cuando me tuvo en la mira emparejado, me dio el cerrón que por poco me sube al camellón de la división de la calle. Sentí el golpe. En lugar de detenerse como que intentó huir y yo atrás de él. Una cuadra y media lo alcancé, como película policiaca de CSI le atravesé mi auto y llamé a una patrulla municipal. El tipo bajó y le reprendí, le dije que podía haber creado un accidente más serio y que no debe manejar si anda enojado. Se disculpó. Un vecino taxista, que había visto todo me auxilio. Corroboró mi tesis, que me había echado el camión encima. Los polis nos tomaron los datos y esperamos a que llegara la supervisora del transporte de accidentes. Mientras mi hija Marímar y mi yerno Luis me auxiliaban. Después de casi una hora, educada la mujer dijo que iban a pagar y lo llevara a un taller de mi confianza. Así le hicimos, mi auto todo golpeado se fue como Los Pumas de la UNAM, humillado y goleado. Así la historia. 

 

LOS ORIZABEÑOS ENCUMBRADOS 

 

Hay orizabeños que andan en la moda. Varios de ellos, el primero es el flamante embajador de todas las rusias, como dijera el difunto narrador Ángel Fernández. Eduardo Villegas Megías va rumbo a la ahora llamada Federación Rusa, donde Putin golpea a sus enemigos, a unos los envenena y a otros los bombardea, como un verdadero criminal de guerra. Hace nada el hijo del profesor Juan Pablo Villegas, estuvo en estas tierras para la presentación del libro de su padre, tenía cita con él al otro día para una charla México-rusa, pero se me atravesó el chacuiste llamado Covid y ya no se pudo. Esperemos haga un buen trabajo. El otro orizabeño que anda por las nubes es el tres veces alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, muchos le ven aptitudes para liderar la Alianza que lo haría gobernador, aunque la competencia está reñida en esos aspectos. Hay que aguantar. Y el tercero, es el orizabeño que cobra sus quincenas como gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, nacido en esta tierra y adoptado y querido en Querétaro, donde ya fue presidente municipal y ahora gobernador y Marko Cortés, el presidente nacional lo ve como uno de los dos candidatos del PAN, él y Lily Téllez, para ir por la presidencia de México, que eso es un honor, la sola mención de estar ahí. Mauricio tiene un hándicap a favor, ha sido en el poco tiempo un buen gobernador, Querétaro es un estado muy tranquilo, quitado el incidente de las porras del futbol y una avería a un puente, es un estado quieto, sin malurias, sin crímenes ni autos quemados ni gente inocente dañada. Tiene otro hándicap, mantiene buena relación y es bien visto por el presidente AMLO. Supe que cuando se le presentó como gobernador electo, el presidente le cayó bien, lo veía como a un hijo y comentó entre los suyos que era un buen muchacho. Y Kuri González jamás le ha mandado una bomba política, todo con respeto, yo respeto, diría Bora Milutinovic. Ahí están esos orizabeños en el mundo de la política y la diplomacia, suerte para los tres. 

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