En la sucesión presidencial de Miguel Alemán Valdés (1946-1952) el dedo flamígero señaló hacia su Secretario de Gobernación, Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), quizás por ese antecedente y por las funciones inherentes a esa Secretaría, cuando llegó el relevo en 1958 todos volteaban hacia don Ángel Carvajal, de Gobernación, aunque en Agricultura estaba el famoso “Pollo”, como afectuosamente trataba el presidente a Gilberto Flores Muñoz, pero “el tapado” fue Adolfo López Mateos, titular de la Secretaría del Trabajo. López Mateos (1958-1964), se decidió Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), de Gobernación, y éste a su vez escogió a Luis Echeverría (1970-1976). Mario Moya Palencia fue titular de Gobernación y toda la clase política se inclinaba a pensar sería sucesor de Echeverría, pero este seleccionó a su amigo José López Portillo (1975-1982), que estaba en Hacienda. El profesor Olivares Santana era el Secretario de Gobernación cuando López Portillo decidió que su sucesor fuera Miguel de la Madrid (1982-1988), de Programación y Presupuesto. Su Secretario de Gobernación fue Manuel Bartlett, y estuvo en la pasarela de precandidatos, pero el elegido fue Carlos Salinas de Gortari, de Programación y Presupuesto, quien, según pensó de la Madrid, proseguiría su proyecto de modelo económico, el neoliberalismo. O sea, Echeverría ha sido el último presidente salido de gobernación, porque en 2000 Francisco Labastida salió de esa Secretaría, pero perdió ante Fox. Ahora, doña Olga Sánchez Cordero dice: “no veo perspectiva política para mí”, quizás tiene razón, pero ¿quién lo sabe?
