LAS BENDITAS REDES SOCIALES 

*La llegada de Ancira, de Altos Hornos, era un pacto arreglado. Es mejor que devuelvan el dinero a tenerlos en la cárcel, como a Lozoya, que ni devuelve nada y está en casita viendo la tele diariamente. Camelot.  

 

LAS BENDITAS REDES SOCIALES

 

Cuando inicio el gobierno de la 4T, el presidente AMLO bendecía a las redes sociales. Ahora su gente las maldice, por la zapatiza que les meten día a día. A muchos mandatarios del mundo, las redes sociales les han servido, algunas veces para ganar al electorado, otras veces, como a Donald Trump, para terminar por el patio trasero y el basurero de la historia. Barack Obama dijo que sin el tuiter y el Face, YouTube y las demás redes, su campaña hubiera sido más difícil, y aquel ‘Yes, we can’, que impactó en su campaña, se popularizó en las redes sociales, aunque Obama decía que ese lema sonaba mejor en español (Si se puede), para corroborar aquello que dijo el emperador Carlos V: “Hablo en español a Dios, italiano a las mujeres, francés a los hombres, y alemán a mi caballo”. Esas cosas de los idiomas. Muchos mandatarios usaron y usan las redes. Mamá Merkel no las necesitó nunca, la mejor gobernante mujer de la historia, va a ser recordada con cariño por su pueblo y admiración por el mundo. El presidente AMLO al principio estaba a gusto navegando por el tuiter y las redes sociales, pero un día, a diferencia de otros sitios, la carga de sus opositores comenzó a disgustarlo, a él y a su jefe de Comunicación Social, y el mundo, para ellos, no volvió a ser igual. Quién las hace no las consiente. Comenzó una batalla acusando al director de tuiter de panista… y gacho (eso es mío), todo porque les aplicaron a algunos de sus seguidores, la misma política de Trump: vas pa’ afuera, manito. Y el presidente se enchiló, como buen tabasqueño. Su corifeo, Ricardo Monreal, desde el Senado, ahora pretende amarchantar una ley donde se puedan regular las redes sociales, Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión para regular las redes sociales, un auténtico ataque a la libertad de expresión. Es cierto que el debate entre si las redes sociales pueden coartar la libertad de expresión, como a Trump, está en el escenario, pero México no tenía vela en ese entierro, y AMLO tomó la bandera envolviéndose en la patria como Niño Héroe de Chapultepec, para defender al rijoso y violento y racista Donald.

Ahora en esta 4T de temblores, el mandadero Monreal, dijo: “No es censurar, no es eliminar, no es obstaculizar el derecho a la libre expresión de las ideas; sino al contrario, protegerlo y que no sea un ente privado, por muy poderoso que sea, por muy rico que esté en materia económica, el que decida qué personas y qué contenido suprimir de su red, porque todos se conectan a redes públicas, que es el internet y el ciberespacio”. Y yo recuerdo que hace unos días, en un noticiero nocturno, sacaron los pocos países a los que les dolió tuiter y Facebook, y crearon sus porquerías de redes, para sustituir al WhatsApp: Venezuela, Cuba, Nicaragua y Corea o China, esos donde los Derechos Humanos y la violación a la libertad de expresión, son el pan nuestro de cada día. Pobre nuestro México. Adónde vamos a parar, diría El Buki.

 

MAL Y DE MALAS

 

Éramos muchos y parió la abuela. En Capufe, donde controlan las mugres y caras y malas y retrasadas casetas de cobro, anunciaron dos malas noticias esta semana. La primera era que reducirían al personal por el Covid, y que en lugar de cuatro pasos -como tienen muchas veces en la de Fortín, frontera entre Córdoba y Orizaba, donde se hacen colas kilométricas-, pondrían dos. Eso es un insulto a los usuarios de ese tráfico vehicular, donde operan unos 35 mil autos y camiones a diario, y generan unos 4 millones de pesos diarios, solo en esa caseta. Si la verdad andan tan preocupados de cuidar al personal, pues que levanten las plumas y dejen pasar gratis unos días a todo mundo. La otra es que, le aumentaron el precio según ellos a lo que genera la inflación. Los organismos empresariales pegaron el grito en el cielo, pero aquellos, como Salinas, ni los ven ni los oyen. Ni modo, más vale no hacer pucheros ni corajes, aquí nos tocó vivir y, como dijo el filósofo: con agua y ajo, o sea, a aguantarse y a joderse, diría Kamalucas, un personaje de mi pueblo.

www.gilbertohaazdiez.com