EL BRILLANTE Y FRIO DOMINGO  / Gilberto Haaz

*Lo que se pensaba. Nicolás Maduro se hace de unas elecciones de Estado en Venezuela. Con el 70% de abstencionismo, se dice ganador de la Asamblea Nacional. Un metiche, el expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, los apoya y aplaude. Venezuela es el reflejo de lo que no se quiere en ningún país Latinoamericano. Ojalá el canciller Marcelo Ebrard no salga felicitarlo, poniendo en vergüenza el nombre de México. Camelot.   

 

EL BRILLANTE Y FRIO DOMINGO

 

No era un domingo cualquiera. El mal tiempo lo tenía a uno acurrucado en su reposet, con franelas y la pijama y las cubreorejeras, como si se anduviera por ciudad nevada. Era una tarde que se complicó en los eventos. Al mediodía desde España, Consuelo, que a veces me dice las cosas que pasan en Barcelona, me hablaba de la gran carrera que el mexicano Checo Pérez estaba haciendo en un lugar de alguna pista de Fórmula Uno del mundo. Poco después, conocedor de la historia, sucede que Checo Pérez tuvo un percance a la salida y se dio un raspón con otro piloto, lo que lo hizo medio trastabillar y situarse en la cola, en el último lugar de esa fila, los comentaristas decían: pobre Checo, con tan mala suerte. Pero Checo se enfundó en los colores de la patria y comenzó a rebasar a uno por uno de sus colegas pilotos, hasta situarse en la primera punta faltando unas 10 vueltas. Ganó y México se conmovió. Los tuiteros comenzaron a felicitarlo, desde Carlos Slim Domit, su patrocinador, amigo que lo quiere mucho, hasta el presidente AMLO, que le fue como en feria porque le comenzaron a replicar que la Fórmula era un evento fifí y él mismo quiso que no se efectuara en México, hasta Felipe Calderón y personajes del mundo de la política y el entretenimiento. Checo subió al pódium, llegaba con una Bandera Mexicana, escuchó el Himno desde ese sitio donde, en otro lugar de hace 50 años, otro grande, Pedro Rodríguez había triunfado en Fórmula Uno. Y a Checo se le salieron las lágrimas, mientras buena parte de los mexicanos al grito de guerra se nos escapaba una lágrima con él. Anda sin escudería, pero ya dejó en el Pódium del número uno su destreza y grandeza. Es un hálito de esperanza  ante tantas tragedias mexicanas en muertes por Covid. Si los dos peloteros mexicanos nos dieron una bocanada de triunfo en el último juego de la Serie Mundial, el Checo nos puso en el panorama de los mexicanos triunfadores. Es un triunfo solo de su trabajo y esfuerzo, que no se quiera montar el gobierno de la 4T en eso, él solo le debe a su esfuerzo y a Carlos Slim Domit, quien le ha brindado todo el apoyo económico y moral que ha necesitado. Suerte campeón.

 

POR SUS CRUZAZULEADAS LOS CONOCEREIS

 

Era un lio a las 6 de la tarde, a esa hora sucedían tres cosas: repetía ESPN la carrera de Checo, jugaban Kansas con el gran Mahome en el futbol americano y un remedo de los Pumas se la rifaban contra Cruz Azul, que les llevaba 4 goles de ventaja, una posición inalcanzable, que hizo que de vez en cuando zapeáramos con el control remoto para ver cómo iban. Grande fue mi sorpresa cuando les clavaron el primer gol a Cruz Azul a los primeros minutos, vino el segundo y vino el tercero y tuvieron que esperar hasta los 90 minutos, para que casi en tiempo extra Pumas les clavara el cuarto gol y los mandara adónde nunca han salido, a Cruzazulear, a la maldición azul que no los deja ganar una copa o liga desde que mi abuelita andaba en patines. Los memes comenzaron a circular, cientos de memes haciendo burla y mofa de esa mala suerte. Hay días así, diría Kamalucas, un filósofo de mi pueblo.

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