EL ADIOS DE ROMO / Gilberto Haaz

*La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo. Camelot. 

 

EL ADIOS DE ROMO

 

Alfonso Romo se fue. No se sabe si por la puerta de atrás, porque su patrón dice que seguirá siendo enlace con empresarios de este gobierno. Su historia es de recordar. Cuando AMLO triunfó, Alfonso Carlos Romo Garza, dice su Wikipedia  (Chilango, adoptado regiomontano, nacido un 8 de octubre de 1950, de 70 añós), formaba parte de ese equipo de la cuatroté de viejitos y veteranos, aunque lo viejito no es un insulto, es una referencia solo del gabinete. Para llegar a viejo, decía López Portillo, hay que ser muy valiente, y de viejos, escribió Gabriel García Márquez: “El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”. Otro escribió: “Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”. A Romo se le recuerda cuando, al triunfo de la 4t y de su poderoso candidato, comenzó a reclutar empresarios de todo el país, para ir a una plática serena como si se fuera a la Capilla Sixtina, pero sin Papa, de aquí de esta zona Orizaba-Córdoba, invitó a los empresarios fuertes, a los que generaban y generan aún empleo. Muchos de ellos en corto, le decían que no creían en las bondades que él pregonaba de su nuevo Mesías. El tiempo les dio la razón, el primer acto de gobierno de AMLO echó abajo el Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México, donde les había jurado ante la Guadalupana, que no quitaría esa obra que ya iba más de un 30 por ciento construida y costaba un dineral, obra llena de corrupción, es cierto. Lo primero que hizo cuando juró defender la Constitución fue dar el jaque mate a ese aeropuerto, aunque chillaran los marranos. El sector empresarial le vio tal y cómo era: como un agarra güeyes. Al viejito del Consejo Coordinador Empresarial lo traía casi boleandole los zapatos, y ese hombre, Carlos Salazar Lomelín, respetuoso le aguantó groserías y desdenes al presidente. Quien no le aguantó ni un round, fue el presidente de Coparmex, Gustavo de Hoyos, con ese riñó y se pusieron en una esquina del ring, cada uno con su estrategia. AMLO hizo ojos a cierto grupo de empresarios, los más fuertes: Vázquez Aldir, de hospitales y Grupo Imagen; Televisa con Bernardo Gómez; Salinas Pliego y su poder de TV Azteca y Elektra y demás, y Carlos Slim, de quien sus amigos cuentan que está decepcionado. Este presidente maneja las cosas muy a su manera, como cantaba Frank Sinatra, y así seguirá por los siglos de los siglos, amén. Alfonso Romo cierra un capítulo de dos años en este gobierno. Dice el presidente que se va pero no se va, que seguirá de asesor presidencial de enlace con los empresarios, Los empresarios de por sí ya lo veían con recelo, más los poderosos del Grupo Monterrey, o sea que de suplente no le servirá de nada, bien lo dijo aquel suplente de un equipo poderoso de futbol: ‘Suplente, ni de Dios’.

 

LOS PRODITORIOS CRIMENES

 

Algo está sucediendo en Veracruz, que en una y otra región se atenta o se liquida a quienes han sido candidatos de algún partido. Ocurrió en Tierra Blanca no hace mucho, y ahora aquí en Rio Blanco, que es como Iraq en tiempo de guerra, cuando el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y su equipo de Seguridad habían efectuado una mesa redonda con los alcaldes de Rio Blanco, Nogales, Ciudad Mendoza, Fortín e Ixtaczoquitlan, donde también en ese sitio no cantan mal las rancheras de delincuencia y actos de crímenes, teniendo a su lado al poderoso secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, el gobernador implementó los mecanismos y allí mismo, unas poquitas horas después, fue atacado un excandidato presidencial a la municipal de Mendoza, un veterinario al que llegó un gatillero a su negocio y le asestó de balazos. El hombre se debate entre la vida y la muerte. Ya no hay respeto para nada y para nadie.

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