LAS MUERTES DOLOROSAS / Gilberto Haaz

*El sábado, la Secretaría de Salud informó que entre el 1 enero y 26 de septiembre se esperaban 524 mil 920 defunciones en el país, pero ocurrieron 718 mil 90, lo que implica un exceso de mortalidad de 36.8%, equivalente a 193 mil 170 muertes más de las esperadas, súmenlas al Covid. Camelot. 

 

LAS MUERTES DOLOROSAS

 

Todas las muertes intempestivas y dolorosas por el Covid, son de lamentar, lo mismo de cualquier ciudadano de a pie hasta la gente más encumbrada, que ha muerto contagiada por esta maldita enfermedad. Sucedió en el Senado de la República, y causó la muerte de un Senador de Morena, Joel Molina. Sucede que en la semana pasada, por andar huyendo de la gente que les reclamaba no desaparecer los 109 fideicomisos, se fueron de urgencia al viejo Senado, un lugar deshabitado, inhóspito, sin la sanitización debida y, de 200 personas entre senadores y asistentes, encerrados por horas y horas (12 horas), varios se contagiaron, entre ellos este Senador de Tlaxcala que el jueves se sintió mal y se internó y, para el domingo ya había fallecido. El horno no está para bollos, los mismos senadores expusieron su queja y pidieron al pastor Monreal que no haga locuras.

 

LAS TRES MUERTES DE MARISELA ESCOBEDO

 

Entre la Serie Mundial, cuyo juego último fue de cardiacos, diría El Mago Septién, y cada uno de ellos son duelos de picheo y con resultados de que cualquiera puede ganar,  terminando el juego y en el atraso de cambio de horario, espié la cinta ‘La Revolución’, una de antes de la revolución francesa, cuando llegaron a legar al mundo la Libertad, Igualdad y Fraternidad (Liberté, Égalité, Fraternité), una buena serie, entre cosas históricas y algo de cosas inimaginables de muerte y resurrección. Otra cinta extraordinaria, verídica e histórica, es ‘El juicio de los 7 en Chicago’, cuando unos 7 locochones pusieron a parir chayotes al sistema americano, a la llegada de Richard Nixon, cuando la fiscalía americana abrió un frente para llevarlos a un juicio de casi un año, donde salen excelentes actores, desde el juez cara de malo, hasta los fiscales acusadores y el abogado defensor. Excelente cinta, recomendada en estos tiempos de pandemia. Pero la que resulta ser un documental que hace hasta escurrir las lágrimas, es ‘Las tres muertes de Marisela Escobedo’, cuando en Chihuahua, Marisela Escobedo, cuya hija fue asesinada y ella persiguió al feminicida hasta que aquel grupo la abatió frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, donde hacia su plantón víspera de Año Nuevo. Un crimen que sacudió a México y puso en la picota al gobernador César Duarte, ahora detenido en Estados Unidos en proceso de extradición, por tentón y malvado. El extraordinario escritor, Rafael Pérez Gay, en una columna de Milenio la detalló: “Tenía miedo de ver este documental, pero me armé de valor. Tuve razón, se trata de una historia estrujante, desoladora, indignante, un retrato del terrible México de nuestros días. Carlos Pérez Osorio y su equipo han armado con la mano fina de un editor de la memoria el asesinato de la joven Rubí a manos de un feminicida impune. Prácticas indecibles”. Retrata nuestra podredumbre en este México donde las policías están aliadas con los delincuentes y los jueces por igual, los gobernadores solo viendo como enriquecerse, aunque terminen en el basurero de la historia, o en la cárcel. Buena cinta. Dolorosa.

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