*Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco. Camelot.
LA TRAVESIA DE NOTIMEX (O COMO TIRAR AL CESTO DE LA BASURA UNA AGENCIA)
Cuando uno mira y reflexiona de las cosas que han fallado a esta 4T, solo voltear a ver la agencia Notimex, uno se da cuenta de esos errores. Cuando llegó el nuevo gobierno, la agencia Notimex oscilaba entre el sueño de los justos. Y a veces de los injustos, el presidente AMLO pensó en una buena periodista, Sanjuana Martínez, y la lógica demostró que no solo por ser buen periodista se puede ser buen o buena directora. Sanjuana llegó con la espada desenvainada. A sus colegas, a una mayoría los acusó de corruptos y comenzó a despedir gente, como si viviera en los tiempos de Stalin, donde todo se podía con el poder del mando. Sorprendió al gremio. Muchos de ellos eran trabajadores de más de 20 años allí laborando y le valió. A la calle, la 4T me respalda. Y era cierto, cuando tuvo un clinch con la prestigiada comunicadora, Carmen Aristegui, el presidente respaldó a las dos, como Pilatos se lavó las manos y dijo ahí que se arreglen. Sanjuana no cruzó su Rubicón y llegó a incendiar esa agencia. Los trabajadores se fueron a la huelga y a ella le valía, su única palabra era la 4T, como aquella de José Alfredo: Mi palabra es la ley. Hasta que llegó el caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la obligó a cerrar la agencia, por las banderas, y a respetar la huelga. Fúrica dijo que los conservadores la habían doblegado. No fue a ella, fue la ley la que la hizo entrar en razón. En su tuiter echaba pestes contra los conservadores y todos aquellos que su jefe condena en todas las mañaneras. El diario El País le dedicó un artículo llamado: “La travesía de Notimex”. Van unos puntos.
LA VISTA DEL PAIS
“Desde su creación en 1968 para los Juegos Olímpicos en México, la agencia Notimex ha pasado por no pocos momentos complicados: escaso profesionalismo y credibilidad, abandono o indiferencia del Estado, ausencia de liderazgo, falta de presupuesto. Por años la agencia de noticias operó dominada por la corrupción del sindicato y administrada por una burocracia que se llenaba la boca con estatutos, leyes y juntas pero que nunca logró independizarla del poder político para convertirla en una agencia pública al servicio, ahora sí, del pueblo.
Pero nunca había vivido una gestión tan desastrosa como la de Sanjuana Martínez. El conflicto que se desató en casi todos los frentes desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador nombró a la periodista regiomontana como directora de la agencia en sustitución de Alejandro Ramos ha opacado el tema de fondo, su independencia del presidente en turno y su prestigio como agencia de Estado. O quizás la llegada de Martínez haya sido el peor, y más evidente, resultado de ello.
A estas alturas, es irrelevante cómo se conciba a Notimex en tiempos de la 4T porque está clarísimo que su orientación, desde que López Obrador nombró a Martínez, es de apoyo visceral al Gobierno. Hasta ese nombramiento, varios de los anteriores directores generales —unos más que otros— pusieron su grano de arena para lograr la independencia y viabilidad de Notimex. Pero al final del día el sistema nunca tuvo suficiente voluntad política para soltarla.
Así, Notimex tiene años de no tener clara su relación con el Estado. Porque además, la diferencia entre Estado y Gobierno puede entenderse en teoría, pero en México no queda bien definida en la práctica. Obsesionado como es López Obrador con sus temas (y Notimex no es uno de ellos), nombró a una periodista, con apoyo político y prestigio entre sus cercanos, como directora, y cuando empezaron los problemas internos, se desentendió.
Tal y como pintan las cosas, la existencia de una agencia de noticias en México (llámese pública, de Estado o como gusten y manden), carece de sentido, al menos durante el Gobierno de López Obrador, porque él es su propia agencia informativa. El presidente no parece tener interés en impulsar una agencia de noticias en serio fuera de sí mismo”.
