Sergio Flores Armida en el privado del Perico Chicote en Madrid, España.
Hasta pronto Sergio
Melitón Morales Domínguez
Sergio Flores Armida se nos adelantó este día, en lo personal lamento profundamente la dolorosa partida de quien en vida fue una gran persona pues durante toda su trayectoria administrativa y política le tendió la mano a muchas personas.
Sergio era algo especial, un hombre serio cuando lo requerían las circunstancias, atento como ya no hay, siempre alegre, con una sonrisa amable. Él disfrutó mucho de la vida, creo que como ninguno de nosotros; viajó mucho por el mundo, comió de las mejores viandas y bebió los mejores vinos, nunca regateo nada, mucho menos el valor de una comida o un vino, siempre las disfrutó y mucho.
Y qué decir de la dicha que le daba compartir la vida con su familia, en especial de su compañera Marina Sosa, fueron un matrimonio ejemplar, procrearon a Claudia, Sergio y Alejandra, todos buenos hijos y profesionistas.
Sergio fue un hombre muy conocido y estimado en el ámbito político. También destacó en su faceta de escritor y escribió dos libros que en los talleres de mi revista Análisis Político fueron editados. En Una mirada a los 500 años (Villa Rica de la Veracruz), dibujo de nuestro bello puerto y ciudad de Veracruz.
En Minucias de una memoria escribió de su vida, sus anécdotas y andanzas. Allí se describe de la siguiente manera: “POR MI PARTE SIEMPRE HE SIDO UN TIPO ALEGRE, POSITIVO Y OPTIMISTA QUE HA BUSCADO LA AMISTAD Y TENDIDO LA MANO A QUIÉN LA HA NECESITADO, Y REMATO CON LO QUE DIJO EL POETA: ‘YO SOY UN HOMBRE CON SUERTE, SOY UN AFORTUNADO, CUANDO ME LLEVE LA MUERTE ¿QUIÉN ME QUITARÁ LO BAILADO’ ”.
Descanse en paz nuestro amigo, lo vamos a extrañar.
