Cuando un grupo político accede al Poder, procura adueñarse de los mecanismos de control necesarios y suficientes para ejecutar su voluntad en obediencia a sus postulados. Con el mando en sus manos Cuando un grupo político accede al Poder, procura adueñarse de los mecanismos de control necesarios y suficientes para ejecutar su voluntad en obediencia a sus postulados. Con el mando en sus manos procede al acomodo de sus piezas, personalizadas en gente de su confianza, adláteres que llevan similar camino y pensamiento, en México así han procedido militantes del PRI, del PAN, del PRD y ahora de MORENA, nada nuevo bajo el sol. Por tal circunstancia no debieran extrañar las maquinaciones desplegadas para acomodar en la Fiscalía General, en el IVAI, en el Sistema Estatal Anticorrupción a personas identificadas con quienes controlan el poder político, ni modo que a sus adversarios. Elemental, decía el Gran Sherlock Holmes.
