LOS TRES MOVIMIENTOS

*Al poder no lo gobiernan leyes, sino pactos. Camelot.

LOS TRES MOVIMIENTOS

 

Uno puede seguir -como en la antigüedad lo decía aquel famoso anuncio-, los tres movimientos del Fab: Remoje, exprima y tienda. Ahora uno sigue la vida mundana por los protocolos asimilables, todos los movimientos para que el Coronavirus no llegue a tus fronteras y, te recomiendan si sales por el súper o a la farmacia o a lo que sea, llegar y limpiar las suelas de los zapatos, o poner a la entrada de tu casa una jerga con cloro y dejarlos ahí como hacen los japoneses (En todas las casas japonesas, sin excepción, uno tiene que quitarse los zapatos en la entrada y entrar o bien descalzo (con o sin calcetines) o bien con unas zapatillas de estar por casa específicas (todas las casas suelen contar con zapatillas para invitados). Lo hacen hace como 5 mil años, por muchas cosas, limpieza, acústica al caminar porque las mayorías de los pisos son de madera, en fin, así andamos. Otra. La ropa debe ser desinfectada, no se puede con el Lyazol porque se ha agotado en tiendas y supermercados. Y luego vienen las recetas caseras, que tomar mucho limón y naranjas, que ponerte un poco de Vic Vaporub en las narices y en el pecho, que en las mañanas una cucharada de bicarbonato, los mexicanos somos expertos en recomendar ungüentos y brebajes y remedios caseros. De los remedios caseros de las abuelitas, salieron frases que se inmortalizaron: “Aceite y romero frito, bálsamo bendito”. Otra: “Para el catarro, el jarro, y si no se quita, la botellita”.

 

LAS ENTRADAS NEGADAS

 

Algunas tiendas como Sams, ya no permiten que gente de la tercera edad entre a ellas, un amigo me dijo que, como al presidente, no le gustaba ‘el modito’. Ni modo. El Coronavirus llega y pone a todos de cabeza, ciudades desiertas, estanterías de los súper (me dicen, aun no voy a uno) vacías, algunos productos están acabándose y no se resurten tan rápido, más los que vienen del extranjero. Los fruteros hacen su agosto, la gente ahora compra fruta, merodeo en una de la esquina del mercado de las flores orizabeño, tienen clientelas, al igual los vendedores de pizzas a domicilio, hacen su agosto y tienen buenas ventas a domicilio, por igual algunos restauranteros, un amigo me contó que el domingo pidió su  comida a la una y cuarto de la tarde y se la llevaron  a las cuatro, ya quería comerse la yerba del jardín. En esas andamos, viendo cómo pasar el tiempo y discurriendo entre cómo combatir el Covid. En eso estaba cuando entró a Netflix la parte dos de la serie El Último Baile (The Last Dance), donde glorifica la carrera de Michael Jordan y de los Bulls de Chicago, extraordinaria, el lunes se estrenó los capítulos tres y cuatro. Mírenla.

 

AQUEL DISCURSO DE SCHERER.

 

Carlos Puig en Milenio, rememora un discurso del fundador de la revista Proceso, Julio Scherer García, en tiempos de Vicente Fox y cuando las portadas de Proceso hablaban y estremecían a los gobiernos (hoy no, hoy ni quién las tome en cuenta), y cuando los caricaturistas y moneros lo eran todo y los dibujos al presidente en turno, hacían que aquel diera la rabieta del día (hoy no hay ninguna). Se ignora si cambió la revista su política de ser la que más criticaba, la que más incomodaba al gobierno. Puig rememora ese discurso y lo finaliza así: “Me parece que el presidente se excede en su confianza por el embrujo de la televisión. Me duele decirlo: un gobierno que se valora por su imagen, es un gobierno frívolo. Pesadas tareas nos esperan a los periodistas. Esta es nuestra pasión”.

Eso mismo se podría adecuar a estos tiempos nuestros, los de la 4T.

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