BOLIVIA, EL HARTAZGO

La renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia fue producto del hartazgo, la gente ya estaba asqueada de su gobierno y así lo demostró en las calles.

El ahora presidente destituido quería seguir eternizándose en el poder y como siempre ocurre la ciudadanía decidió repudiarlo y mandarlo lejos.

Este es un ejemplo para todos los presidentes latinoamericanos que desean con ansias la reelección.

Dice una frase popular: “Te lo digo Chana para que lo entiendas Juana”.

Que Evo no venga con el cuento ese de que no lo quieren porque es indígena, si hubiera sido eso no hubiera ganado las elecciones de 2005 y no hubiera estado en el poder 13 años y 9 meses gracias a sus reelecciones, aquí lo único cierto es que Evo pendejo no era.