En verdad no le queda al gobernador Cuitláhuac García esa actitud de atribuirle a Winckler la causa de los altos niveles de violencia en Veracruz, ese cuento ya nadie se lo traga, pero es reiterativo e igual hace al insistir en que los índices delincuenciales van a la baja, cuando la realidad de manera cotidiana arroja muertos por todo el territorio estatal. El gobernador ampara su argumento en datos del secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública, pero es lectura errónea porque estos señalan lo contrario a su dicho. Asegura Cuitláhuac García que la extorsión se ha reducido, aunque en sentido contrario están los comercios que han venido cerrando precisamente por esa causa. La narrativa de la violencia en nuestro territorio es macabra: solo del día 23 se sabe de cuatro asesinatos en Veracruz, y el 24, ayer, fueron 7 (3 de Tihuatlán; uno en Córdoba; un policía federal en las Cumbres de Maltrata y otras 2 personas en San Juan Evangelista, según La Jornada).
