Pese a que el presidente López Obrador reitera su convicción de crecer al 2 por ciento pues nuestra economía “va muy bien”, bancos, calificadoras y organismos internacionales se empeñan en aguar la fiesta y califican en sentido contrario al dicho presidencial. Ayer fue el FMI el que redujo la probabilidad de crecimiento de 1.6 a .09, siete dígitos nada despreciables, ahora Citibanamex tasa su expectativa de crecimiento económico en 0.2 una drástica rebaja diametralmente opuesta al conjuro presidencial. Quienes de esto saben explican el porqué: “los cuatro motores que mueven a cualquier economía —inversión, consumo, gasto gubernamental y exportador— están debilitados” y vaya qué es verdad. Solo queda esperar a que el presidente ponga en práctica la información que dice tener para convencernos de cómo vamos
