Sin tacto – Sucesión UV (47)
Martín contra los estudiantes
Por Sergio González Levet
Cuando una autoridad deja de escuchar a sus gobernados, pasa en automático de popular a fascista, de legal a ilegal, de genuina a espuria.
En la Universidad Veracruzana, Martín Aguilar y sus 40 secuaces cerraron sus oídos de por sí poco escuchadores y se instalaron en las oficinas secuestradas de la Rectoría con el único objetivo de seguir usando el presupuesto y la administración para mantenerse en el control de la máxima casa de estudios de Veracruz.
Y el poder los trae locos.
La más reciente de sus marrullerías es que se ordenó al sumiso y reciente Director de la Facultad de Psicología, Axel Navarro Hernández, que inventara que se había realizado una encuesta entre los alumnos en la que la mayoría estaría en contra del paro de actividades que ha decretado la asamblea estudiantil de la Facultad, con el fin de sembrar en la opinión pública la idea de que es solamente un grupo minúsculo el que se opone a la prórroga que se le dio al Rector.
Tal vez como son sicólogos y no matemáticos, a Axel y sus muchachos del cuerpo directivo de la Facultad no se les dan muy bien las cuentas, o probablemente es su deseo inmenso de quedar bien con el señor Martín Aguilar, pero en la consulta que hicieron, afirman que 130 alumnos se manifestaron en contra del paro y con eso se lanzaron a ordenar que se reiniciaran las clases este mismo lunes. Pero ese número es “considerablemente menor a lo que ordenó democráticamente (la asamblea estudiantil) por MANTENER EL PARO y transitar a un “paro activo” (entregas en línea) el 18 de noviembre”.
Dice el vulgo que a los malos psicólogos de repente se les desconecta la mollera y llegan a pensar, por ejemplo, que 130 es mayor que 509.
Los alumnos organizados de Psicología, a quienes tuve la oportunidad de entrevistar el jueves pasado (se puede ver en línea la charla completa en el portal www.sintacto.org), mantienen una postura firme y madura en defensa de su Universidad y de sus derechos, y desde ayer mismo han acusado al director Axel Navarro por:
“Sus tácticas de sabotaje, la promoción de desinformación, la creación de un ambiente de conflicto y las citaciones intimidatorias a alumnos en horarios no académicos (6:00 AM) y sin observancia” y aseguran que éstas acciones “son, en sí mismas, conductas que atentan contra nuestra integridad”.
Ante la creciente inconformidad de la comunidad universitaria, Martín y sus 40 secuaces pasan de la desesperación al temor, y ambas son muy malas consejeras, porque los hacen cometer errores, injusticias y delitos. Pero lo peor de todo es que, trepados en su ambición sin límites y en su deseo enfermizo de no entregar el control, están atentando ya contra la seguridad, la integridad y los derechos de los estudiantes, que son los verdaderos dueños de la UV.
		
			






















