LA GLORIA ERES TÚ 

* La pretendida reforma para ampliar por dos años el mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, es un ejemplo de la peor perversidad que campea en esta época de la política mexicana. Camelot. 

 

LA GLORIA ERES TÚ

 

En lo que me daba un duchazo (así dicen en España), o un regaderazo (así decimos en Veracruz), mediante un altavoz de un ruidoso vecino, escuchaba esa canción inmortal de José Antonio Méndez, La gloria eres tú, que han interpretado miles de cantantes en el mundo, entre ellos Luis Miguel, que la hizo favorita de la juventud que no escuchaba boleros cubanos. Y me acordé de mi madre, Gloria, a la que mi padre le llevaba de serenata esa rola, cuando se conocieron en Villa Azueta, tierra de la abuela Genoveva, la de la casona grande frente al parque, donde pasábamos días gloriosos de juventud en ese sitio junto al río Tesechoacán, mi padre trabajaba en el administrativo de Ferrocarriles y mi madre en su casa, con sus 7 hermanos, así se conocieron, hija ella de padre español, que llegó un día de Ara de Radas, la Cantabria, por San Pantaleón, pueblito español donde una vez de hace años, mi esposa junto con mi suegra, doña Matilde, anduvimos como arqueólogos de tumbas buscando en el panteón si allí estarían sepultados los padres de mi abuelo, Jesús Diez. Fracasamos. No encontramos nada, pero ya me desvié, iba a platicar de la inmortal canción que una vez, cuando José Antonio Méndez la escribió y se la llevó a la editora musical, le dijeron: “Tú estás loco, chico, nadie desdice a Dios”, porque la letra original decía: “Desdigo a Dios, porque al tenerte yo en vida, no necesito ir al cielo tisú…”, y por lógica la cambiaron, quedando: “Bendito Dios, porque al tenerte yo en vida…”. También apareció una palabra dominguera, el cielo tisú, y siempre pensé que tisú era azulado, pero me dice Wikipedia que es: ‘Tela de seda entretejida con hilos de oro o plata’. Bueno, está bien. Hay también otra canción, Solamente una vez, de Agustín Lara, que se convirtió en un himno de amor, pero fue una canción dedicada a un Cura, al tenor José Mojica que un día dejó el canto y se fue con los franciscanos a servirle a Dios. Al enterarse, Lara le compuso esa Solamente una vez, pero esa es otra historia para otro día.

 

EL FOTOGRAFO LAUREADO

 

Ayer noche en los noticieros nacionales conocimos al laureado fotógrafo mexicano, Iván Macías, las televisoras lo buscaron y le dieron cobertura a su trabajo ganador, al igual que a la doctora, Katia Palomares, cuyo rostro muestra las marcas dejadas por una máscara y gafas protectoras tras el final de su turno en un hospital de la CDMX. Cuenta Iván que envió 10 fotos en ese certamen y que la última fue la escogida, eran fotos de la pandemia y del sufrimiento de algunos enfermos y del personal médico, enfermeras y doctoras y doctores que allí dieron en esos hospitales la batalla contra este terrible virus. Bien por ellos dos, felicidades.

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