Cuando se vende un producto con especificaciones falsas sobre su contenido se está cometiendo un fraude al consumidor, para evitarlo hace ya algunos años el sector público creó la Procuraduría Federal del Consumidor adonde el cliente puede acudir para conseguir respaldo a sus quejas sobre presuntas anomalías en el producto que consume. Por esto, es plausible la acción de la PROFECO al prohibir se continúen comercializando 19 marcas de queso por no cumplir con las normas establecidas. No es nuevo el caso y abundan muchos más: cuentan quienes de eso saben que, en algunas cuencas lecheras de añeja tradición quesera de buena calidad en la actualidad están elaborando sus productos con suero y otros menjurjes nada parecidos en calidad y nutrientes a la leche, están a tiro de piedra de esta ciudad capital, ojalá este procedimiento de la PROFECO los alerte del incorrecto proceder y vuelvan a producir queso genuino de leche.